Imagina estar en medio del partido de fútbol más importante de tu vida y de repente, de la nada, aparece un helicóptero que aterriza en medio del estadio, con un grupo de encapuchados que secuestran a uno de tus compañeros sin que nadie pueda impedirlo.
Pues esto fue más o menos lo que vivieron algunos jugadores y asistentes a un juego de fútbol entre los equipos de las localidades de Viagrande y Nebrodi, quienes se enfrentaban en un estadio ubicado en Sicilia, Italia.
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Ante la mirada atónita de los asistentes, el helicóptero aterrizó justo a la mitad del estadio, lanzando polvo en todas direcciones y confundiendo a los jugadores, quienes se refugiaron cerca de las gradas ante la conmoción.
Bromas pesadas, multas caras
Lo que ellos no sabían es que todo se trataba de una broma armada por la supuesta víctima del secuestro, el jugador de 55 años Ignazio Barbagallo, quien aprovechó su último partido para retirarse como sólo él lo sabe hacer, de forma definitiva.
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Aunque es conocido por realizar bromas pesadas a sus compañeros, Barbagallo nunca pensó que las autoridades sicilianas de fútbol descalificarían a su equipo, suspendiéndolos de jugar durante algunos meses y los castigarían con una multa de 200 euros (poco más de 4 mil pesos mexicanos) por interrumpir un partido oficial del campeonato.