La triste vida de Honey, una delfín que pasó 15 años en cautiverio, llegó a su fin recientemente. Según informan activistas, el animal había estado en condiciones de abandono desde 2018. 

La asociación Dolphin Projet condenó los tratos inhumanos a los que Honey fue sometida, sobre todo desde que el acuario en el que vivía cerró y fue abandonado hace más de dos años; desde entonces, la delfín prácticamente no tenía contacto con humanos, nunca volvió a ver a otro ejemplar de su especie y estaba mal alimentada. 

El acuario, ubicado en Chibá, Japón, estuvo abierto por varios años, pero la falta de visitantes lo hizo cerrar y con ello, todos los animales que lo habitaban quedaron a la deriva, algunos fueron vendidos y otros murieron en terribles condiciones de confinamiento y hambre;una de las últimas que quedó fue Honey, que ni siquiera cuando el predio cambió de propietarios tuvo la suerte de ser rescatada.

15 años de cautiverio

Honey fue capturada en 2005 en la bahía de Taiji, un lugar conocido en el mundo porque en él se caza delfines que son vendidos a restaurantes y zoológicos o acuarios. Desde entonces, la delfín fue trasladada a Marine Park, en Japón. 

Durante más de una década, Honey fue uno de los atractivos del lugar en donde también había pingüinos y reptiles. En enero de 2018, el centro recreativo cerró y desde entonces, los animales dejaron de recibir cuidados. 

Tras publicarse imágenes de la delfín viviendo en pésimas condiciones dentro de una alberca en la que apenas podía flotar por falta de profundidad, activistas de distintos lugares del mundo trataron de rescatar a Honey, pero no lo consiguieron. 

La última vez que el animal fue grabado con vida fue en febrero de 2019 y el pasado 29 de marzo, se confirmó su muerte. No se sabe cuántos animales puedan estar aún con vida dentro del lugar.