Un niño de 5 años de edad se comió 40 chicles y luego los tragó; esto tuvieron que hacer en el hospital para salvar su vida.
Desde niños hemos escuchado que no debemos tragarnos los chicles, pues se nos podrían “pegar” en el estómago.
Esto es un mito, pero un niño originario de Ohio tuvo que ser intervenido a un tratamiento para extraerle 40 chicles que tragó y esta fue la razón.
Niño come demasiados chicles y esto tuvieron que hacer para extraerlos
Un menor de 5 años de edad fue llevado al hospital de emergencia, luego de que ingiriera 40 chicles sin azúcar.
El niño comenzó a presentar calambres y diarrea, ya que la goma de mascar obstruyó su tracto gastrointestinal.
Los médicos comenzaron a buscar objetos extraños en su sistema y fue cuando descubrieron una masa de chicle en el estómago del niño.
Al parecer, el niño tragó los 40 chicles que comió y estos no pudieron ser digeridos por su estómago.
El niño fue sometido a un procedimiento en el que le colocaron un esofagoscopio para localizar los chicles y retirarlos.
Afortunadamente, el niño no padeció secuelas de este tratamiento y posteriormente fue dado de alta, sin mayores consecuencias.
¿Qué pasa si te tragas el chicle?
Uno de lo mitos populares sobre el chicle dice que, si los tragas, este permanecerá en tu estómago o intestino por alrededor de 7 años.
Esto es mentira, pues el estómago tiene jugo gástrico, el cual desintegra los alimentos que ingerimos.
Lo que sí es cierto es que el chicle tiene componentes sintéticos que suelen ser difíciles de digerir, pero es mentira que quede pegado en el estómago o intestinos.
Cuando tragamos un chicle, este pasa al intestino, colon y finalmente se expulsa en las heces fecales.
Este proceso puede tardar entre uno y tres días, pero es mentira que tarde años en ser digerido.
Sin embargo, no es recomendable que las personas traguen frecuentemente los chicles, ya que puede ocurrir una obstrucción y provocaría problemas mayores.
En el caso del niño que tragó 40 chicles, este tuvo atención médica oportuna y pudieron retirar la masa con ayuda de una esofagoscopio.
Con información de New York Post