Estados Unidos.- El renombrado Hospital Johns Hopkins, deberá pagar un total de 190 millones de dólares (2 mil 500 millones de pesos mexicanos) por daños y perjuicios a varias pacientes del Dr. Nikita Levy, quien presuntamente las grabó mientras les hacía exámenes ginecológicos.
El Dr. Nikita Levy fue despedido en 2013, luego que descubrieran que utilizaba una cámara oculta que colgaba de su cuello y realizaba tomas en video e imágenes fijas de las partes íntimas de sus pacientes.
Tras las investigaciones, se descubrieron más de 200 videos y 140 fotografías almacenadas en diferentes equipos y dispositivos propiedad de Levy.
Para fortuna de todas las involucradas, el Dr. Levy no publicó ninguna de las imágenes, al parecer las quería para disfrute personal. Bueno, de los daños el menor.
Lamentablemente, Levy decidió no enfrentar a la justicia y se suicidó una semana después de ser despedido. Sus pacientes lo habían acusado de tocarlas inapropiadamente y acosarlas vía telefónica. Las mujeres aseguran que el ginecólogo las llamaba innecesariamente, pretextando la necesidad de una nueva revisión.
Después de que se dio a conocer el caso, muchas pacientes han informado que han dejado de visitar al ginecólogo desde entonces, sin importar que estén poniendo en riesgo su salud; sienten que han perdido la confianza en los profesionales de la salud.
Incluso muchas madres de familia han advertido que no llevarán a sus hijas a la primer visita con el ginecólogo.
Como el Hospital Johns Hopkins no sabe a cuantas de sus 8 mil pacientes grabó el Dr. Nikita Levy, pagará a cada uno una suma que repare el daño y de alguna forma los ayude a recuperar la confianza en los médicos.
"Todas estas mujeres fueron brutalizadas por esto", advirtió Jonathan Schochor, principal abogado de las afectadas. "Algunas de ellas necesitaron orientación sicológica, no podían dormir, no podían trabajar, tenían problemas en casa y con sus parejas. Esto fue una violación de su confianza, eso es lo que sienten", señaló.
Con información de Cosmopolitan