Es probable que no no haya seres sobre la Tierra que sean más leales que los perros y, para demostrarlo una nueva historia ha conmovido los corazones de miles de personas en Estados Unidos.
El 7 de agosto Samantha viajaba en un Jeep junto a su madre y su perro Bentley; atravesaban una carretera cuando tuvieron un terrible accidente que hizo caer el automóvil por más de 500 metros en un acantilado.
Samantha terminó hospitalizada, sin embargo Jennifer, su mamá no corrió con la misma suerte y perdió la vida. Aunque la desoladora noticia tenía en shock a Samantha, aún había un integrante de la familia que estaba perdido: Bentley.
En cuanto Sam, como la conocen sus amigos, recuperó la fuerza, comenzó a buscar a su compañero pegando carteles y repartiendo volantes cerca del lugar del accidente e incluso creó una página en Facebook con este fin. Gracias al poder de las redes sociales, la historia fue vista y compartida cientos de miles de veces.
Con la popularidad que el acontecimiento adquirió, un grupo de rescate quiso ayudar a la familia a recuperar el jeep rojo en el que viajaban Sam y Jennifer, y como la búsqueda del amado perro continuaba, con ellos llevaron alimento y agua que colocaron en diferentes puntos con la esperanza de encontrarlo cerca del lugar.
Fue Joe, uno de los rescatistas, quien vio por primera vez la silueta de Bentley en la cima de la montaña y alertó a Sam sobre el hallazgo.
El animal traumatizado no permitía que nadie se acercara así que hubo que esperar a que su dueña llegara desde Arkansas.
Cuando llegó al lugar, Sam recibió en todo momento la ayuda de Joe que la acompañó a subir a lo mas alto de la montaña para recuperar a su amigo.
En el video publicado en Facebook se ve como Bentley por fin es encontrado sucio y flaco, pero él no quiere acercarse, está asustado y desconfiado. Sin embargo, el amor de Sam logra que él vuelva a sus brazos y consigan rescatarlo.
Por su parte, los rescatistas trabajaban arduamente tratando de sacar la camioneta roja del fondo del acantilado; uno de ellos dijo que cuando la familia volvió al lugar con Bentley en los brazos, les volvieron las fuerzas para terminar con la tarea.