Pide corte de cabello moderno y termina humillado con el resultado. La hermana del joven compartió las fotografías de la desgracia.
Una usuaria de Twitter compartió el vergonzoso corte de cabello que le hicieron a su hermano en una “peluquería del barrio”.
Resulta que el joven es el claro ejemplo de la temida frase “expectativa vs. realidad”, gracias a su nuevo corte de cabello.
Pidió un corte de cabello moderno, pero el resultado fue horrible
Una usuaria de Twitter, identificada como Abril Aguirre, exhibió a su hermano con su nuevo -y horrible- corte de cabello.
A través de la red social, se hicieron virales las fotografías y la trágica historia sobre el corte de cabello.
El joven había pedido un corte de cabello moderno, con una ‘V’ dibujada y degradado al final. El resultado es lamentable.
“Lo que pidió mi hermano a la peluquería del barrio vs lo que le hizo”
Abril Aguirre en Twitter
Tal como se ve en el par de fotografías, el corte de cabello de referencia tenía un diseño y degradado especial en la parte baja.
El resultado del corte de cabello es terrible, ya que el dibujo está mal proporcionado, chueco y hasta “grotesco”, destacan internautas.
“Pidió un degrade y le hicieron un desgraciau”; “Lo siento, me reí tanto”; “Demanda por daño moral”, dicen comentarios.
La única solución para que el corte de cabello dejara de ser un fail total, fue pedirle a la estilista que lo dejara casi rapado. Sin duda se ve mejor así.
“Mi mamá lo mandó a que se lo arregle y volvió así”, continuó la usuaria de Twitter entre los comentarios de la primera foto.
Terrible corte de cabello desata hilo de desgracias
Un joven que vivió la peor experiencia de “expectativa vs. realidad” con un corte de cabello, se hizo viral en Twitter.
Las fotografías que evidencian el terrible corte de cabello, sirvieron para desatar un hilo de más tragedias similares.
Usuarios de la red social compartieron sus peores cortes de cabello, entre los que resaltan malos diseños y hasta la piel lastimada.
“Creo que te quedas corto”; “Mira cómo quedé yo”; “Este fue el mío y sigo sin superarlo”, se lee entre las anécdotas.
No sabemos si reír y llorar.