Después de estar cuatro días en el interior de una cueva en el norte de Tailandia, buceadores rescataron a un monje que quedó atrapado tras una tormenta.
El monje de nombre Phra Manas, de 46 años, se dispuso a asistir a la cueva Tham Phra Sai Ngman, en Phitsanulok, para realizar su meditación, sin embargo, las fuertes lluvias elevaron el nivel del agua, dejándolo atrapado en su interior.
Según el informe proporcionado por Therayuth Chandithawong, jefe de Prevención y Mitigación de Desastres, dentro de algunas cuevas en Tailandia hay santuarios, por ello los monjes budistas suelen frecuentarlas para realizar sus meditaciones.
Así rescataron al monje budista de la cueva
Fue el sábado 3 de abril cuando el monje budista emprendió su camino rumbo a la cueva de Tham Phra Sai Ngman, para realizar su meditación rutinaria del mes, pero la abundante lluvia fue la razón por la que Phra Manas quedó atrapado en su interior por cuatro días.
Para su rescate se necesitaron de siete buzos, los cuales entraron a la cueva después de que la lluvia paró. Le proporcionaron una máscara de buceo y lo guiaron para que buceara 12 metros fuera de la cueva.
El monje estuvo por un lapso de cuatro días en el subterráneo, pues las fuertes lluvias no permitían al cuerpo de rescate ingresar en su auxilio.
Un equipo de futbol queda atrapado en el interior de una cueva
El suceso del monje atrapado en el interior de una cueva en el norte de Tailandia, hizo recordar a los rescatistas la ocasión en que unos niños pertenecientes a un equipo de futbol, quedaron a la deriva en la cueva Tham Luang, Chang Rai.
Se trataba de 12 niños y su entrenador quienes quedaron atrapados en el interior de la cueva, debido al aumento en el nivel del agua, derivado de las fuertes lluvias.
Sin embargo, en aquella ocasión no todo fue un rito de celebración tras su rescate, pues un buzo murió en la maniobra.
Según información de BBC, 11 de los 12 niños rescatados fueron rapados y vivieron durante nueve días como un monje, pues sus familiares consideraron que este ritual es parte de un nuevo nacimiento y de esta manera honraron a quienes participaron en su rescate de la cueva en Tailandia.