Un grupo de conservadores de aves encontró y rescató a un búho que no podía volar; pensando que éste se encontraba herido realizaron las tareas de recuperación, sin embargo el animal resultó tener sobrepeso por comer muchos ratones.

El Santuario de Búhos de Suffolk, en Inglaterra, fue llamado para rescatar de una zanja a un búho que parecía estar herido pues éste no podía volar. Al llegar, el grupo de rescatistas se percató que se trataba de un mochuelo europeo (Athene noctua).

Al grupo le preocupaba que el animal estuviera herido de gravedad o que sus alas y plumas se hubieran mojado en la zanja pues, es sabido que los búhos no pueden alzar el vuelo cuando éstas se mojan. Fue por ello que decidieron llevarlo al santuario.

 

El búho estaba lleno de ratones salvajes por lo que sus peso era un tercio más que lo normal

Cuando llegaron, limpiaron y secaron al búho y se dieron cuenta de que era una hembra pero, aún estando ya seca se le dificultaba volar hasta las ramas que tienen en el aviario del santuari de Suffolk, ubicado en Stonham Aspal.

Cuando los especialistas examinaron al búho no pudieron descubrir qué era lo que estaba mal con él, aunque había una pequeña posibilidad de que el ave hubiera estado en cautiverio o dentro de una casa como mascota por algún tiempo.

 

Para comprobar esta teoría le ofrecieron comida “típica” de las aves domésticas pero éste terminó rechazándola prefiriendo la comida de búhos salvajes. Consternados ante el problema, los rescatistas decidieron examinarlo más a fondo.

Así que, cuando lo subieron a la báscula descubrieron lo que finalmente le ocurría al búho: tenía sobrepreso. La báscula mostró que pesaba 245 gramos, un tercio más pesado de lo normal.

El búho tuvo que someterse a una dieta para bajar esos gramos demás y volar nuevamente

De acuerdo al cetrero Rufus Smakin en entrevista con CNN, comentó que el búho poseía varios depósitos grasos en sus muslos y abdomen por lo que, al indagar el lugar dónde fue hallado descubrieron que estaba plagado de ratones salvajes.

“Ha sido un año bueno para las especies que comen presas por lo que básicamente el búho estaba demasiado complacida y se puso muy gordo. Estaba demasiado gordo para volar”.

Rufus Smakin, cetrero

El santuario de Suffolk decidió poner al ave a dieta para que adelgazara esos gramos demás y, finalmente se le liberó aunque coinciden quees “extremadamente inusual que un ave entre en esa condición de forma natural”.