El trabajo de las personas que embalsaman o preparan los cuerpos para los funerales seguramente es uno de los más difíciles de entre toda la lista de oficios, pero aún cuando podríamos creer que nada podría hacerlo peor, hay una situación que lo logra: que un muerto resucite estando ya en la plancha.
Así sucedió en Karachi, Pakistán, cuando una mujer llamada Rasheeda Bibi, que había sido declarada muerta media hora antes, revivió mientras la lavaban en la morgue como parte de los preparativos de su funeral.
A pesar de que los médicos creyeron haber hecho todo lo posible por ella y que el acta de defunción oficializaba la muerte, mientras los trabajadores la preparaban, una de ellas vio cómo la mujer novia levemente las extremidades. Con la sorpresa a cuestas, se acercó y comprobó que “el cadaver” tenía pulso.
Inmediatamente, la mujer fue ingresada al hospital Abbasi Shaheed, de donde había salido y actualmente está recibiendo tratamiento, explicó Shabana, la nuera de Rasheeda, al medio The Express Tribune.
Hasta ahora se desconoce su estado de salud actual y tampoco ha trascendido la causa de “muerte” que fue asentada en el acta que ahora ha dejado de tener validez
Las tradiciones funerarias en Afganistán indican que el cuerpo de una persona debe ser lavado con bálsamos especiales antes del funeral; durante el proceso, se cubre con una tela conocida como “manta funeraria”. Todo lo anterior puede involucrar a profesionales, familiares y religiosos, así que más de una persona presenció lo sucedido.