“El tiempo pasa…”. Así comienza la publicación del refugio de animales Albergue Pergatuzoo, que hace unos meses alcanzó gran relevancia al dar a conocer la historia de Simón, un cachorro que había sido entregado por su dueño, un niño que dijo haberse visto obligado a abandonar a su perro.
Ahora, el lugar ha publicado varias fotos del can en las que se puede ver grande, feliz y saludable.
A través de una carta, el pequeño explicó en marzo pasado que su papá le pegaba constantemente al animalito porque este lloraba de hambre, ya que él no contaba con dinero para comprarle suficiente comida.
Para evitar más maltratos a su mascota, el niño lo llevó al refugio y entregó al lugar los pocos ahorros que tenía “para sus tortillas”, expresando una promesa:
“No se lo lleven, cuando crezca vengo por Simón”
Dueño de Simón
El 7 de marzo, el refugio aseguró a través de su cuenta de Facebook que no daría en adopción al perrito ni le buscaría un hogar temporal, era que cuando su dueño quisiera, pudiera encontrarlo en el mismo lugar donde lo dejó.
“No está en adopción. No busco hogar temporal. No estoy pidiendo nada por él. Solo quiero platicar con el pequeño y con su familia … cuidaré a su perro y veré vacunas y desparasitación”<br>
Albergue Pergatuzoo
Poco más de 5 meses después de esto, el albergue de animales ubicado en el Estado de México, dio una actualización sobre la historia de Simón, publicando fotos donde se puede ver que el frágil cachorro se ha convertido en un perro grande, feliz y saludable.
Previamente, el albergue dio a conocer que el dueño del can volvió para visitarlo, pero desafortunadamente no logró verlo porque lo habían llevado al veterinario.
Aun así, el pequeño decidió dejarle una carta, nuevamente con el poco dinero que tenía en ese momento, para que le compraran alimento.
“Simón, te extraño. Me dijeron que te llevaron al veterinario. Te dejo 3 pesos para tus tortillas”
Dueño de Simón
Ojalá que el albergue, que en estos meses ha atravesado momentos económicamente difíciles, sigua manteniéndonos al tanto de Simón y su dueño.