La policía de Nueva York, Estados Unidos, retuvo por ocho días a Kamilah Brock, una afroamericana de 32 años, en un centro siquiátrico debido a que no creyeron fuera la propietaria del BMW que manejaba en el momento de su detención.
Durante una entrevista, la mujer declaró que un policía la detuvo en un semáforo en rojo en Harlem y le preguntó por qué no tenía las manos en el volante, a lo que ella respondió que estaba bailando, ya que estaba esperando en semáforo, después de lo cual el hombre la hizo salir del coche.
El policía la trasladó a la comisaría, de donde la dejaron salir sin ningún cargo pero le pidieron que volviera al día siguiente a recoger su auto. No obstante, cuando se volvió a presentar, le dijeron que no creían que el vehículo fuera suyo, la espodaron y la llevaron al departamento psiquiátrico del hospital de Harlem, donde fue obligada a tomar litio y le inyectaron sedantes potentes.
Ocho días estuvo encerrada en ese lugar e incluso el personal intentó persuadirla de negar ser dueña del carro y negar que trabajaba en un banco, además de que cuando la liberaron, fue sancionada con una cuenta médica de 13 mil dólares (218 mil 600 pesos). El abogado de la víctima, Michael Lamonsoff, declaró:
"Si una mujer blanca estuviera tratando de recuperar su BMW incautado por la policía, ¿le habrían hecho todo eso? Yo sí que creo que la raza jugó un papel en esto".
La mujer ha demandado a la ciudad de Nueva York por "intrusión no deseada e injustificada de su integridad personales, pérdida de la libertad y angustia mental".
Con información de Huffington Post.