Una trabajadora doméstica, también mal llamada sirvienta, huyó desde el balcón de un piso 15 de un edificio en la ciudad de Yishun, Singapur, de los maltratos de su jefa, Nuur Audadi Yusoff.
Todo comenzó en 2017, cuando Sulis Setyowati, de 24 años, llegó a Singapur desde Indonesia en busca de oportunidades y comenzó a trabajar en la casa de la acusada pensando que sería el inicio de un gran cambio.
Luego de un año, en enero del 2018 sufrió el primer abuso: olvidó ponerle una pomada al hijo de Yusoff y esta le lanzó un par de cachetadas. La trabajadora lo dejó pasar pero los maltratos continuaron y pensó en cambiar de empleo, aunque la agresora le prometió que dejaría de violentarla.
Bajo esta promesa, ayudó a su empleada a denunciar a un exjefe por no haberle pagado parte de su sueldo antes de despedirla y la trabajadora decidió quedarse; en parte por agradecimiento, pero también porque debía enviar dinero a Indonesia para mantener a su hija.
Sin embargo, tan sólo unos 10 días después la jefa revisó el teléfono móvil de la joven y encontró que había publicado fotos de sus hijos en Facebook, así que confiscó el teléfono de la empleada y la golpeó. La empleada logró recuperar su móvil y llamó a la agencia de empleo para solicitar ser transferida, pero al descubrirlo, la dueña la golpeó nuevamente y la encerró.
Fue entonces cuando decidió escapar por el balcón del piso 15, descendiendo con mucho cuidado hasta llegar a la planta baja; algo que le tomó toda la madrugada. Ya libre, denunció a su jefa y tras su arresto esta aceptó la culpabilidad, por lo que ahora podría recibir hasta tres años por cada delito de maltrato, además de pagar una multa de 5 mil 500 dólares (123 mil pesos).