El miedo a las tormentas generalmente queda más que superado en algún punto de la infancia, tanto que incluso, sin que nos demos cuenta, un día estamos jugando bajo la lluvia sin ninguna preocupación aparente, pero tenemos que reconocer que esos fenómenos naturales a veces se vuelven aterradores.

Un ejemplo del miedo que puede generar la que parece una simple precipitación se dio el pasado 7 de septiembre en Seattle, Estados Unidos; un hecho poco común tuvo lugar en la ciudad norteamericana pues se registró una violenta tormenta eléctrica que duró aproximadamente tres horas.

De acuerdo con información del Sistema Meteorológico Nacional, los rayos fueron protagonistas de la noche pues se registró la caída de 440 por hora en promedio, lo que es igual a 7 u 8 cada minuto, y 2 mil 200 durante todo el episodio.

Al respecto, Art Gaebel, especialsya de la antes mencionada instancia, declaró que este tipo de condiciones meteorológicas no son comunes en la región. Por su parte, las autoridades locales alertaron a la población y recomendaron alejarse de lugares peligrosos como cimas de montañas, cuerpos acuáticos, árboles altos y campos.

La tormenta también trajo consigo fuertes lluvias y granizo que, a su vez ocasionaron inundaciones y cortes en el suministro eléctrico de distintas zonas, así como cambios en el tráfico aéreo pues los aviones corrían riesgo de ser impactados por un rayo.

Aunque en general no solemos preocuparnos cuando llueve, las cifras indican que los rayos no son un peligro menor, pues aunque están lejos de ser la principal causa de muerte, sí llegan a ocasionarla. De hecho,, en 2017 la Secretaría de Gobernación informó que México fue el país que más decesos registró en el año por esta razón al contabilizar 223 casos.

Con información de La Rázon y Uno TV.