Es difícil saber si el número de casos de niños que caen o se lanzan desde lo alto de un edificio ha aumentado o si simplemente ahora sabemos más de ellos gracias a las redes sociales y las cámaras de seguridad que han ganado popularidad; lo que es un hecho es que no se trata de una situación aislada o extraordinaria que haya sucedido sólo una vez en la historia.
Un nuevo caso se dio en Rusia cuando una niña de cinco años se quedó sola en casa mientras su madre fue de compras. La pequeña encontró la manera de salir por la ventana y cayó desde el quinto piso del edificio donde vive.
Afortunadamente, un par de hombres pasaban por el lugar justo unos segundos antes de la caída y al notar que algo extraño sucedía, se detuvieron para tratar de atrapar a la niña en caso de que resbalara.
Así, al caer la niña que pesa aproximadamente 17 kilogramos, el golpe fue amortiguado por los brazos extendidos de los héroes anónimos que lograron que la menor no sufriera ninguna lesión de gravedad.