Un emotivo video se ha viralizado en Facebook, al mostrar a una joven paramédico romper en llanto cuando se disponía a enfrentar una nueva y abrumadora jornada de trabajo, ante los cientos de enfermos de coronavirus que se registran en su país, y sus vecinos decidieron expresarle su agradecimiento por la labor que está realizando.

Los hechos sucedieron el pasado jueves 26 de marzo, en el poblado de Basingstoke, en Inglaterra. 

Se dirigía al trabajo cuando sus vecinos la llenaron de aplausos

La joven Tayla Porter, de 22 años, salía de su casa para abordar su auto y dirigirse a su trabajo, cuando vio que todos los vecinos de su calle habían salido a las puertas de sus casas para despedirla con aplausos y vítores.

Ante semejante acto, Tayla no pudo contenerse y rompió en llanto ante la mirada de su madre Ali, de 55 años, su padre Phil, de 55 años, y su hermana Tash, de 21 años.

Además de las porras, los vecinos dejaron en la parte superior del automóvil de la joven un paquete de chocolates y un pastel casero para que lo pudiera compartir con sus compañeros de trabajo.

“No pensé que saldría toda la calle"

La mamá de la paramédico dijo que el acto resultó abrumador para toda su familia.

“Tayla no podía creerlo, que la gente se diera cuenta de lo que estaba haciendo. Ella simplemente ama su trabajo”.

Ali Porter, mamá de la paramédico.

La mujer, quien se enteró de lo que planeaban sus vecinos y les avisó a qué hora saldría su hija rumbo al trabajo, se mostró sorprendida por la participación de todos sus vecinos.

“No pensé que saldría toda la calle. Solo pensé que podrían ser nuestros vecinos de al lado y la casa de enfrente”.

Ali Porter, mamá de la paramédico.

Ali dijo que pudieron escuchar los aplausos mientras recorrían su calle e incluso cuando ya se encontraban en otra, lo que, dijo, le sorprendió mucho porque si bien conoce a varias personas del vecindario, sólo conoce los nombres de algunos. 

“Está viendo cosas que dan bastante miedo"

La mamá de Tayla, quien es paramédico asistente, dijo que algunas noches cuando su hija regresa a casa, se ha sentado a llorar con ella, no sólo por el cansancio.

“Está viendo cosas que dan bastante miedo. Pero ella sale y pone cara de valiente”.

Ali Porter, mamá de la paramédico.