Samsung anunció lo inevitable: este martes canceló definitivamente la producción del Galaxy Note 7, que pudo ser un gran competidor contra el iPhone 7.
Justamente un día después de suspender la venta en todo el mundo, Samsung tomó la decisión buscando proteger la seguridad de sus clientes, según un comunicado.
Tras la primera retirada de los celulares del mercado, la firma dijo que había identificado un defecto de fabricación en la batería de su smartphone de gama alta.
Poco después comenzó a enviar nuevos dispositivos Note 7, que se suponía serían más seguros, pero entonces surgieron nuevos reportes que indicaban que también se incendiaban y Samsung anunció que dejaría de venderlo.
Las autoridades estadounidenses y surcoreanas siguen investigando porqué los nuevos celulares sustitutos, en los que Samsung colocó baterías más seguras, seguían incendiándose.
Cae un 8%
El anuncio del primer fabricante mundial de "smartphones" precipitó su cotización bursátil, con una caída del 8% en Seúl.
Linda Sui, especialista de telefonía móvil en Strategy Analytics, estima que este caso podría costar a Samsung "10,000 millones de dólares o más".
Las imágenes de teléfonos carbonizados que han inundado las redes sociales de todo el mundo en las últimas semanas, han sido una gran humillación para un grupo que se vanagloria de ser el campeón de la innovación y la calidad.
Con información de AP y AFP.