El Departamento de Justicia de Estados Unidos emitió recientemente nuevas reglas para limitar el uso de órdenes de confidencialidad por parte de las fuerzas de seguridad, con las que prohibían que las compañías de tecnología notificaran a sus clientes cuando el gobierno tuviera acceso a su información.
En respuesta a estás modificaciones y considerando que obtuvo una “victoria”, Microsoft decidió suspender una demanda que habría sido interpuesta en abril de 2016 en contra del gobierno de Estados Unidos.
El vicefiscal general Rod Rosenstein dijo en un memo la semana pasada que las órdenes de confidencialidad deben “tener una base de hechos apropiada” como justificación de su solicitud, extendiéndose únicamente por el “el tiempo necesario para satisfacer los intereses del gobierno”.
Microsoft aseguraba que el gobierno abusaba del uso de estas órdenes sin tener un respaldo debido en las evidencias, aunque también explicó que a veces son necesarias por razones legítimas, como proteger a usuarios en riesgo o garantizar que no se frustre una investigación.
Con información de AFP.