Un nuevo reporte de Bloomberg sugiere que Apple ha encontrado la forma apresurar la producción del nuevo iPhone X, al “relajar” las especificaciones que integran el nuevo sistema de reconocimiento facial FaceID, que permite entre otras cosas, desbloquear la pantalla del equipo.
FaceID integra una serie de sensores similares al del sistema Kinect en el Xbox, con un proyector de puntos tan preciso que el margen de error debe ser muy reducido durante su fabricación, algo para o que no estaban preparados sus proveedores, quienes al parecer tuvieron muy poco tiempo para construirlos.
El reporte indica que debido a esto, únicamente el 20% de los módulos fabricados eran útiles, por lo que tuvieron que alentar el proceso de forma drástica con el objetivo de mejorar el rendimiento de los componentes, algo que también mermó en los tiempos del iPhone X.
Como resultado, Apple decidió alterar las especificaciones de producción para estos sensores, aunque esto podría indicar que la compañía disminuyó los requerimientos en el control de calidad de los componentes o simplemente redujo la precisión del sistema FaceID.
Con todo y estos cambios, el portal asegura que FaceID sería una opción de bloqueo más segura que el sistema de reconocimiento de huella dactilar TouchID.