Después de que varios huéspedes encontraran cámaras ocultas en las propiedades que alquilaron a través de la plataforma Airbnb, la compañía de servicios turísticos comenzó a abordar con más seriedad los problemas de privacidad que enfrentan sus usuarios.
La plataforma asegura que aunque requieren que los anfitriones revelen si cuentan con cámaras en su propiedad y prohiben su instalación en baños o dormitorios, no tienen forma de evitar realmente que algunos anfitriones malintencionados las escondan.
El canal CBS News puso como ejemplo a Meghan Hilden, una joven estadounidense que estuvo en Suiza en el 2016, asegurando que uno de sus amigos descubrió un teléfono celular debajo del fregadero en el baño de su Airbnb.
Hilden también dijo que encontraron un iPad grabando poco después, por lo que informaron de inmediato el incidente a la compañía; otro caso lo vivió el cineasta Jason Scott, quien tuiteó que su colega había encontrado una cámara disfrazada como un detector de movimiento en Airbnb.
{username} (@textfiles) November 28, 2017
Con información de CBSNews y GlobalNews.