Tres investigadores y catedráticos de la Universidad Tecnológica del Norte de Aguascalientes (UTNA) se encuentran desarrollando un brazo robótico para uno de sus estudiantes, quien podría controlar “mentalmente” los movimientos del dispositivo.

El brazo mecánico fue programado para interpretar a través de sensores mioléctricos las señales de voltaje de baja intensidad que emite el cerebro, lo que permite mover sus articulaciones de forma independiente y en varias combinaciones.

El ácido poliláctico, un plástico muy popular para impresiones 3D, es el principal componente utilizado para el prototipo del brazo robótico por ser un material fácilmente biodegradable y amigable con el medio ambiente.

Hasta ahora, los receptores y emisores presentes en el brazo robótico han permitido activar menos de la mitad de las señales que permiten los movimientos, esto debido principalmente a la falta de rehabilitación, aunque el estudiante ya puede realizar movimientos con el codo, giros en la muñeca, así como abrir y cerrar la mano.

La visión de los maestros es conseguir un diseño más real y ergonómico del brazo robótico, utilizando polímeros blandos con el fin de hacer más suave la apariencia de la prótesis, mientras simulan la sensación natural de la piel.

Con información de Notimex y Conacyt.