Durante una comparecencia frente al Comité Selecto de Ciencia y Tecnología del Parlamento Británico, la empresa china de telecomunicaciones Huawei fue comparada con la compañía que produjo el gas letal para los campos de exterminio nazis, en medio de una investigación para determinar la relación entre la firma y el gobierno chino.
John Suffolk, el Oficial de Seguridad y Seguridad Cibernética Global de Huawei, fue acusado de negarse a responder "preguntas simples" cuando se presentó ante el comité, a quienes respondió repetidamente a los cuestionamientos sobre los vínculos de Huawei.
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Graham Stringer, diputado laborista, cuestionó a Suffolk sobre si sería justo “comparar” en su informe a Huawei con IG Farben, una empresa que fabricó el pesticida Zyklon B y la vendió al gobierno alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
“Yo pintaría un cuadro diferente. Diría que si nos pregunta si ignoramos la ley, estoy seguro de que diría que no, que no debe ignorar la ley”, respondió Suffolk a la pregunta del parlamentario.
Señalan de "amoral" a Huawei
La polémica sobre prohibiciones en contra de la firma china llegaron a Europa después de que se revelara que Theresa May permitió a Huawei presentar una oferta para los contratos móviles 5G en el Reino Unido, incluso después de las advertencias del gobierno de los Estados Unidos ante los supuestos riesgos de seguridad nacional que esto podría significar.
Suffolk confirmó durante la audiencia que la presidenta de la compañía, Sun Yafang, tenía vínculos con la agencia de espionaje de China, el Ministerio de Seguridad del Estado, pero negó que la compañía pudiera verse obligada a trabajar con los servicios de seguridad de China por ley, asegurando que ya tomaron asesoría legal al respecto.
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También fue interrogado sobre el papel de Huawei en la creación de equipos de vigilancia para la provincia de Xinjiang, donde el estado chino ha sido acusado de orquestar una campaña de represión contra la población uigur musulmana, aunque aseguró que el suministro se realizó a través de una tercera entidad.
Esto último causó que el presidente del comité, Norman Lamb, los acusará de “amorales” por permitir este tipo de acciones siempre y cuando “cumplan con la ley”, además de no interesarles lo que “está sucediendo, como con los 1.5 millones de chinos que han sido encarcelados en la provincia de Xinjiang”.
Con información de Telegraph.