Científicos e ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Harvard desarrollaron un robot para peinar y desenredar el cabello.
Aunque, en primera instancia, este robot llamado ‘RoboWig’, parece no tener mucha utilidad, los desarrolladores explican el motivo de su creación.
Este robot podría ayudar a personas con poca movilidad
De acuerdo con los científicos, este robot podría ayudar a muchas personas que tienen poca movilidad en alguna parte del cuerpo.
Además, los expertos señalan ‘RoboWig’ puede apoyar a enfermeras y personas que se dedican a cuidar a adultos mayores y personas con movilidad reducida.
“Con las demandas en rápido crecimiento de los sistemas de atención médica, las enfermeras suelen dedicar del 18 al 40 por ciento de su tiempo a realizar tareas de atención directa al paciente”, explica el MIT en un comunicado.
El Instituto también explicó que, a menudo, una enfermera o cuidador atiende a muchos pacientes diariamente y cuenta con poco tiempo.
Por lo tanto, este robot de cuidado personal podría proporcionar una ayuda y un alivio sustancial a las enfermeras y cuidadores.
‘RoboWig’ es capaz de evaluar la ondulación y el rizado del cabello
El robot ‘RoboWig’ tiene una cámara que le permite ‘ver’ y evaluar la ondulación y el rizado del pelo para poder planificar un método de cepillado que ahorre tiempo.
Los desarrolladores equiparon al robot con un cepillo de cerdas suaves con sensores acoplados a un brazo robótico.
Los sensores de ‘RoboWig’ permiten medir las fuerzas durante el cepillado y se combinan con un sistema llamado ‘control de bucle cerrado’, para evitar que el robot toque a las personas.
El sistema también permite al robot medir el posible dolor causado al usuario, además de considerar el tiempo necesario para el cepillado.
Aunque, hasta ahora, todas las pruebas se han realizado con maniquíes y pelucas, el equipo espera poder probar el robot con seres humanos.
Los científicos esperan hacer pruebas de ‘RoboWig’ con personas en poco tiempo
Uno de los objetivos de los futuros experimentos con humanos es comprender mejor el rendimiento del robot con respecto a los niveles de dolor de cada usuario.
Sin embargo, el problema radica en que la tolerancia al dolor varía mucho en las personas, pero este reto puede ayudar a los científicos a mejorar el software y hardware del robot ‘RoboWig’.
El proyecto de ‘RoboWig’ fue apoyado por el programa ‘Emerging Frontiers in Research and Innovation’ de la ‘National Science Foundation’ entre el MIT CSAIL y el ‘Soft Math Lab’ en Harvard.