Si la inteligencia artificial como ChatGPT te da miedo, debes saber que los organoides cerebrales están revolucionando la tecnología.

Al ser algo mucho más complejos, los alcances de estos organoides cerebrales comparados con la inteligencia artificial, son sin precedentes.

Pues si bien se sabe que no existe algo más inteligente que un humano, el avance de la tecnología en los organoides cerebrales podría cambiar la premisa.

Los organoides cerebrales, definidos por expertos como la “nueva frontera de la biocomputación” dejan bastantes dudas entre quienes la escuchan.

Ya que se están creando -y mejorando- supercomputadoras con más capacidad mental que un ser humano.

Aunque, cabe destacar, son enormes y requieren de demasiada energía para funcionar.

Inteligencia Artificial

¿Qué hacen los organoides cerebrales?

Los organoides cerebrales, así como lo es la inteligencia artificial, se crearon para optimizar las tareas humanas en distintos ámbitos.

Si bien la inteligencia artificial ha escalado a niveles que parece poder “suplirnos”, los organoides cerebrales harían mucho más que eso.

Estos están hechos con células cerebrales de humano, que luego con procesadas para crear modelos en 3D bajo lineamientos de “responsabilidad ética”.

Inteligencia Artificial ChatGPT, imagen ilustrativa

En un reciente experimento, usaron un clásico juego de ping pong por computadora para demostrar los alcances de los organoides cerebrales.

Mientras la computadora “jugaba”, las células cerebrales descansaban en una placa de Petri.

Es así como puede notarse que los organoides cerebrales aprenden mucho más rápido que la mejor inteligencia artificial que existe al momento.

Incluso, parece resolver problemas complejos tal y como el cerebro humano.

Más allá de sus increíbles alcances que se vuelven aterradores, los organoides cerebrales resultan ser ineficientes (aún).

Esto, en términos de espacio y energía.

El lado desconocido de los organoides cerebrales que cada vez llama más la atención, ya está siendo abordado por expertos y fanáticos en TikTok.

Que procesan la información para que más usuarios lo entiendan y anticipan los efectos.

¿Qué hace diferente a un organoide cerebral de una inteligencia artificial?

Se estima que el cerebro humano tiene una capacidad de más de 2000 terabytes.

En este sentido, ni la inteligencia artificial ni los organoides cerebrales pueden (aún) suplirlo de manera eficiente.

Lo que asusta del desarrollo de este tipo de tecnologías, es que el cerebro humano está limitado principalmente por el tamaño de nuestra cabeza.

Mientras que la inteligencia artificial y los organoides cerebrales, no tienen límite en lo que a tamaño se refiere.

En un experimento al respecto, seleccionaron a ratas para probarles un “mini cerebro humano” y observar sus alcances.

En términos generales, se comprobó que los roedores podían responder estímulos visuales como un ser humano.

¿Te imaginas si esto se replica a grandes especies?

Inteligencia artificial

La principal diferencia entre inteligencia artificial y organoides cerebrales, radica en el tipo de aprendizaje que tiene cada uno.

Mientras la inteligencia artificial tiene un aprendizaje automático y eso representa mucha menos energía comparada con los organoides cerebrales.

En contraste, el aprendizaje biológico de los organoides cerebrales necesita demasiada energía para resolver sus problemas computacionales.

Superficialmente, tanto los organoides cerebrales como la inteligencia artificial, construyen representaciones internas del mundo para mejorar su desempeño en la realización de tareas.