Entregar el control de tu vida y tu hogar a una serie de dispositivos conectados a Internet suena como una idea interesante para quienes desean vivir en un mundo similar a las películas de ciencia ficción… hasta que te enteras de historias como la siguiente:

Arjun Sud, un aficionado a la tecnología que reside junto a su esposa y bebé de 7 meses en Illinois, pasó varios días sin dormir a gusto antes de enterarse que su casa había sido “secuestrada” por un hacker.

¿Cómo? El atacante logró acceder a las cámaras de seguridad y termostatos de la marca Nest que había instalado en su hogar, elevando la temperatura de las habitaciones en hasta 30 grados centígrados y vigilándolos a distancia durante varios días.

El punto culminante se dio durante la noche del 10 de enero, cuando Sud escuchó varios ruidos extraños que provenían del cuarto donde su hijo duerme; se trataba de una voz masculina que platicaba con el bebé a través de una cámara de seguridad.

Nest, compañía subsidiada por Google, dijo al portal NBC Chicago tenían conocimiento sobre incidentes similares en los que las cuentas de los propietarios incluían contraseñas comprometidas en ataques a otros sitios web.

No conforme con la respuesta de la compañía, Sud ahora pide un reembolso por los más de 76 mil pesos mexicanos (4 mil dólares) que invirtió para instalar el sistema de monitoreo inteligente en su hogar, además de que Google y Nest acepten su responsabilidad.