Con la aprobación de la derogación a las reglas que integraban la “neutralidad” en los servicios de Internet, la preocupación ahora se concentra en lo que los proveedores de esos servicios podrán hacer con todo el poder que recientemente les han otorgado.
La “neutralidad en la red” era un conjunto de regulaciones que obligaba a los proveedores de servicios de Internet (ISP, por sus siglas en inglés) a tratar los contenidos y sitios web de forma igualitaria, sin afectar el acceso o la velocidad a la que acceden los usuarios a dicha información.
AT&T, Comcast y Verizon, los grandes operadores en Estados Unidos, han prometido que el funcionamiento de internet no cambiará, pero que estos cambios les permitirán invertir en nuevas tecnologías con las manos libres.
Quienes defienden la neutralidad aseguran que la decisión de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) afectará en mayor medida a las personas de escasos recursos y a los pequeños empresarios, ante el temor de que los ISP comiencen a cobrar más por acceder a ciertos servicios que hacen uso una buena parte del tráfico en Internet.
“Daño hipotético”
La Comisión se ha defendido diciendo que todas estas preocupaciones representan un “daño hipotético”, lo cual parece una excusa para no reconocer lo que los ISP han tratado de hacer por años para controlar el tráfico en Internet.
Muchas compañías han disfrazado como un “acceso ilimitado” la discriminación de servicios web, acelerando la velocidad de transferencia de datos únicamente para quienes contratan un servicio especializado de video o música en streaming, algo que aplica la operadora T-Mobile en sus ofertas por ejemplo.
Es difícil saber la forma en que estos cambios afectarán la forma en que los mexicanos consumimos contenido en Internet, pero muchos países basan sus legislaciones sobre internet en el modelo estadounidense, por lo que es seguro que las “ofertas” se repliquen en los servicios que ofrecen los proveedores de Internet en México.
Con información de AFP y The Verge.