Después de que la Autoridad Italiana de Mercado y Competencia lanzará dos investigaciones por obsolescencia programada en contra de Apple y Samsung, la compañía surcoreana salido a negar las acusaciones que lo señalan de ralentizar intencionalmente sus productos a través de actualizaciones de software.

Apple reconoció el mes pasado que el software del iPhone tuvo el efecto de ralentizar algunos teléfonos con problemas de batería, pero esta es la primera vez que Samsung se enfrenta a reclamos de la llamada obsolescencia planificada.

La investigación podría opaca el lanzamiento del nuevo teléfono inteligente de Samsung, el Galaxy S9, que será presentado el próximo mes durante el Mobile World Congress en Barcelona, España.

Con información de Nikkei.