Aunque Windows 11 fue lanzado desde 2021, la realidad es que al día de hoy se mantiene como un sistema operativo despreciado por los usuarios.

Tal es así que, en estos momentos, Windows 11 es usado por menos personas que Windows 10, versión anterior del software y que pronto quedará obsoleta.

De acuerdo con diversos reportes, el punto máximo que ha alcanzado Windows 11 es a cubrir un 35.5% de usuarios de la base de PC en octubre de 2024.

Mientras que Windows 10 se mantiene estable con una cobertura del 62.7%; aún más, ha ganado nuevos usuarios desde finales del mismo año.

Con mucha gente optando por desinstalar el software más reciente de Microsoft para regresar a la versión previa.

Windows 11

¿Qué pasa con Windows 11?

Ante números de usuarios a la baja, en Microsoft se preguntan el por qué la gente no quiere a Windows 11.

Las razones son varias; por un lado, los años de actualizaciones a Windows 10 lo hacen en este momento el sistema operativo más estable de Microsoft.

Mientras que Windows 11, al ser relativamente nuevo, aún sufre de varios errores que afectan el desempeño y trabajo de la gente en PC.

Muestra de ello es que la más reciente actualización de Windows 11 está afectando a algunos juegos de Steam, cosa que no se ha arreglado al momento.

Otra cosa a tomar en cuenta es que, para muchos, la interfaz de Windows 10 es más amigable, mientras que la de Windows 11 resulta algo compleja en un inicio.

También está el hecho de que mucha gente no ha querido hacer la migración a Windows 11 porque no tienen un equipo compatible.

Windows 11 solo puede correr en dispositivos que tengan el chip TPM 2.0 —el cual se integró recientemente al hardware— por lo que máquinas anteriores a 2020 no lo traen.

Varios usuarios siguen usando dispositivos viejos que funcionan muy bien con Windows 10, por lo que no ven la necesidad de hacer el cambio.

Windows 11

Descontinuar Windows 10 no ayudaría a Windows 11

Windows 10 dejará de recibir soporte en este 2025, con esto se espera que los usuarios cambien a Windows 11.

Sin embargo, esta medida no ayudaría a Windows 11, por el contrario afectaría a los usuarios de Windows 10.

Por lo que muestra la tendencia, no hay interés de la gente en cambiar al sistema operativo más reciente, así que continuarán con la versión previa.

Esto resultará en extremo peligroso, pues al no tener soporte de Microsoft, los dispositivos se vuelven más vulnerables a ataques informáticos.

Además de que poco a poco perderán acceso a diversas aplicaciones y programas dedicados a Windows 11.

La única forma que los usuarios hagan el cambio será, precisamente, cuando necesiten una nueva computadora porque la actual ya no les servirá.

Pantalla de Windows 10