Avance tecnológico nivel: Una inteligencia artificial (IA) podrá grabar tus sueños para convertirlos en imágenes de alta definición.
Esto será posible gracias a un equipo de investigadores japoneses, quienes usando inteligencia artificial descubrieron la manera de convertir las señales que genera el cerebro en imágenes.
Dicha tecnología abre la posibilidad a nuevos estudios para entender la manera en que las personas sueñan e incluso para analizar la imaginación.
Los resultados de la investigación fue publicada para por el equipo de la Escuela de Posgrado de Biociencias de Vanguardia de la Universidad de Osaka, en Japón.
¿Cómo funciona la inteligencia artificial grabará tus sueños para convertirlos en imágenes de alta definición?
Utilizando Stable Diffussion, el motor de inteligencia artificial generativa más poderoso del mundo, es como se logró convertir en imágenes de alta definición las señales que genera el cerebro.
Lo más sorprendente es que la IA no ha tenido que ser entrenada para poder generar esas imágenes, sino que aprendió por sí misma analizado las señales fMRI del córtex visual superior del cerebro.
Los investigadores explican que primero predijeron una representación latente, que es un modelo de los datos de la imagen, a partir de señales de fMRI.
Después se procesó el modelo y se le agregó ruido a través por medio del proceso de difusión.
Esto para que finalmente, se decodificaran representaciones de texto de señales de fMRI dentro de la corteza visual superior.
Las cuales usaron como entrada para producir una imagen construida final. Cuando más grande es el estímulo, la imagen tiene una mejor resolución.
De acuerdo a los investigadores japoneses, su investigación en inteligencia artificial es una visión fascinante sobra las increíbles posibilidades de la inteligencia artificial generativa
Además que es una forma de saber mejor el complejo funcionamiento de los modelos de inteligencia artificial generativa, la cual no se ha comprendido del todo.
Experimento de IA que graba sueños para convertirlos en imágenes, se inspira en investigación de 2011
El experimento de la IA que graba sueños para convertir los sueños en imágenes se inspira en una investigación de 2011 hecha por científicos de la Universidad de Berkeley.
Ellos realizaron un experimento “más crudo”, ya que el sistema fue capaz de capturar la actividad visual en el cerebro humano y reconstruirla como videoclips digitales.
Jack Gallant, neurocientífico de UC Berkeley y coautor de la investigación de 2011, publicada entonces en Current Biology:
Su experimento con inteligencia artificial representa “un gran salto hacia la reconstrucción de imágenes internas. Estamos abriendo una ventana a las películas en nuestras mentes”.
La única diferencia es que para lograr esos resultados, sí se necesitó entrenamiento utilizando tres sujetos diferentes.
Quienes tuvieron que estar dentro de un sistema funcional de imágenes por resonancia magnética durante horas.
Cabe señalar que los sujetos fueron expuestos a dos grupos de tráilers de películas de Hollywood mientras el sistema de fMRI registraba el flujo sanguíneo del cerebro a través de la corteza visual de su cerebro.
Las lecturas obtenidas, en este experimento de inteligencia artificial, se volcaron en un sistema de inteligencia artificial en el que se dividieron en unidades de píxeles tridimensionales llamadas voxels.
Gracias a este proceso se decodificaron eficazmente las señales cerebrales generadas por las imágenes en movimiento, conectando la información de forma y movimiento de las películas con acciones cerebrales específicas.
Tras varias sesiones, la computadora aprendió cada vez más sobre cómo la actividad visual presentada en la pantalla correspondía a la actividad cerebral.
Después de grabar esta información, se utilizó otro grupo de clips para reconstruir los vídeos que se mostraban a los sujetos.
La computadora analizó 18 millones de segundos de vídeos aleatorios de YouTube, para construir una base de datos de actividad cerebral para cada clip.
De todos los vídeos, el software escogió los cien clips que causaron una actividad cerebral similar a los que el sujeto estaba viendo, combinándolos en una película final.
Los videos que se presentaron resultaron ser de baja resolución en el experimento del 2011; sin embargo, coincidía con los clips reales vistos por los sujetos que fueron expuestos a dicha prueba.
Con información de VICE y El Confidencial