Tetris fue uno de los primeros videojuegos cuando llegó la era digital, tanto que se ha convertido en todo un clásico y es posible que ayude a tratar el estrés postraumático según un estudio de una neurocientífica.

De acuerdo a Emily Holmes, una neurocientífica y profesora en psicología de la Universidad de Uppsala en Suecia que ha estudiado los efectos del estrés postraumático, demostró que las imágenes son más poderosas que las palabras.

Esto en cuanto a dar forma a como pensamos y sentimos, según explicó en un experimento realizado en 2005 con una terapia cognitiva para tratar el estrés postraumático jugando Tetris.

Según explicó a la BBC, el tratar en jugar Tetris para el estrés postraumático surgió de un interés en encontrar tratamientos simples.

“Parte del hermoso y delicioso trabajo de las últimas décadas, particularmente de la década de 1970, se centra en la idea de que nuestras mentes tienen una capacidad limitada: no podemos hacer dos cosas del mismo tipo a la vez”

Emily Holmes, neurocientífica

¿Por qué eligieron Tetris como tratamiento para el estrés postraumático?

Una neurocientífica ha demostrado que jugar Tetris, el viejo videojuego de colores en el cual hay que colocar diferentes bloques y acomodarlos, reveló que al jugarlo puede tratarse el estrés postraumático.

Según lo que reveló en su estudio de la neurocientífica, es que el cerebro no puede sostener una imagen, en este caso el trauma, y hacer otra cosa que también requiera otra imagen en la mente, en este caso el Tetris.

Al explorar esta idea, la neurocientífica y su equipo comenzaron a hacer dos tareas visuales a la vez y la segunda hacía que las imágenes de la primera se hicieran borrosas.

Pero ¿por qué es que eligieron tratar el estrés postraumático con un videojuego de antaño como lo es Tetris?

Según reveló la neurocientífica, el estudio fue a finales de los 2000 y uno de sus estudiantes de posgrado sugirió que había este juego de forma gratuita en los teléfonos, muy parecidos a los que se usan en el laboratorio pero más divertidos.

“Uno de ellos era Tetris, así que lo probamos y funcionó maravillosamente”

Emily Holmes, neurocientífica
Tetris