En julio de 1974, la policía mexicana arrestó a un grupo de traficantes de piezas prehispánicas. Uno de ellos, Brígido Lara, lograría demostrar su inocencia.
Mientras que el resto fue procesado por el delito de contrabando de patrimonio nacional, Brígido Lara solicitó que le llevaran arcilla.
Esto, para demostrar que las piezas que supuestamente había robado, eran suyas.
El artista hizo una serie de cerámicas inspiradas en piezas totonacas que después fueron llevadas a los mismos especialistas de Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Quienes, aseguraron, habían sido saqueadas.
“Reproducción o falsificación son términos que pueden confundirse. Reproducir significa hacer una copia de un original para obtener uno o muchos ejemplares sin la intención de hacer pasar por auténtica una obra cualquiera”
Brígido Lara, artista
Los expertos afirmaban que Brígido Lara había robado las piezas de la región de Cempoala, Veracruz.
Sin embargo, durante una prueba a ciegas, concluyeron que las piezas hechas por el acusado eran auténticas, por lo que las autoridades determinaron que este no era un ladrón.
Sino un imitador de arte prehispánico.
Caso de Brígido Lara saca a relucir que colecciones prehispánicas son, en realidad, contemporáneas
Brígido Lara salió de prisión en 1975, tras el fallo de los especialistas del INAH.
El caso despertó curiosidad sobre si otras piezas prehispánicas eran en realidad réplicas y, tras una investigación, se reveló que su trabajo estaba distribuido por los museos y colecciones privadas más importantes del mundo.
“Ya no puedo seguir haciendo reproducciones que puedan pasar por falsificaciones; no me conviene por mi experiencia en el penal y porque mi obra ya se vende muy bien sin necesidad de que nadie se sienta engañado”
Brígido Lara, artista.
Hasta la fecha, Brígido Lara se adjudica unas 40 mil obras que vendió a coleccionistas mexicanos entre los años 50s y 60s.
Muchas de ellas terminaron en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y se mostraron por años como piezas auténticas de los indios Remojadas.
De hecho, en 1971; tres años antes de que detuvieran a Brígido Lara, el Museo de Historia Natural de Los Ángeles hizo una muestra llamada “Arte antiguo de Veracruz” con piezas de su autoría.
“No he aceptado dar clases a ningún extranjero porque quiero heredar mis conocimientos a México y a los mexicanos. Los conocimientos que poseo no deben de salir de México”
Brígido Lara, artista.
Más tarde, el mismo artista confesaría que muchas de las obras expuestas eran suyas, sobre todo las inspiradas en la cultura totonaca.
En 1987 el Museo de Arte de Dallas también averiguó que sus colecciones de arte prehispánico eran, en verdad, arte contemporáneo de Brígido Lara.
Finalmente y contra todo pronóstico, este fue contratado por el Museo de Antropología de Xalapa para la restauración de piezas prehispánicas y la detección de falsificaciones.
“Don Brígido Lara Lara es un excelente y virtuoso artesano del barro que lleva en el alma su tierra sotaventina y la plasma en piezas de su pasado prehispánico recreando a los artistas milenarios de esas tierras del golfo”
Víctor Hugo Valencia Valera, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Morelos.