El ex gobernador de Puebla, Mario Marín y el pederasta Jean Succar Kuri, ambos involucrados en el caso de Lydia Cacho, fueron trasladados a un penal de máxima seguridad desde el estado de Quintana Roo.
Las autoridades federales informaron que 200 presos considerados de alta peligrosidad, entre quienes se encuentran Mario Marín y Jean Succar Kuri, fueron trasladados a penales ubicados en Los Mochis, Oaxaca y Estado de México.
Antes de abordar a dos aviones de la Guardia Nacional, Mario Marín y Jean Succar Kuri, junto con los otros 200 presos, fueron trasladados en ocho autobuses hasta la base aeronaval en la capital de Quintana Roo.
Hasta 2021, Mario Marín permaneció preso en el Cereso de Cancún, mientras que Jean Succar Kuri fue trasladado al mismo penal después de ingresar en 2011 a la prisión de máxima seguridad del Altiplano pero, ¿por qué está en la cárcel estos personajes?
Mario Marín y Jean Succar Kuri, ¿por qué están en la cárcel?
El 3 de febrero de 2021 Mario Marín fue detenido en la ciudad de Acapulco, Guerrero debido a que la periodista Lydia Cacho denunció una red de trata de menores que mantuvieron el ex gobernador y el empresario Kamel Nacif.
El estado de Quintana Roo dictó auto de formal prisión contra Marín por el delito de tortura en contra de Lydia Cacho, quien detalló en “Los demonios del Edén” que dentro de la red de trata hubo niños y niñas de entre 4 y 14 años.
Por otro lado, Jean Succar Kuri, involucrado en la red, cumple condena por los delitos de pornografía infantil, abuso sexual infantil y estupro. El empresario fue sentenciado a 112 años y tendrá que cumplir, mínimo, 60 años de condena.
¿Y Kamel Nacif?
El 3 de diciembre de 2020 una orden de aprehensión fue girada contra Kamel Nacif, quien se refugió en el Líbano. Sin embargo, un tribunal de Quintana Roo canceló en definitiva la detención el 28 de julio de 2021.
Una prueba clave para detener la red de trata de menores fue la llamada entre Mario Marín y Kamel Nacif, donde se da la instrucción de torturar a Lydia Cacho.
Sin embargo, el tribunal consideró que cuando ambos se refirieron a la periodista como una “vieja cabrona”, esto fue muy ambiguo, pues se pudieron referir a cualquier otra mujer de la tercera edad con problemas de carácter.