Ernesto Fonseca, alias “Don Neto”, fue reportado como grave este viernes 17 de marzo. Fuentes federales indican que su estado de salud es delicado.
El fundador del Cártel de Guadalajara, Ernesto Fonseca, se encuentra recluso desde 2016 en su propio domicilio, ubicado en la zona residencial de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México.
Los primeros reportes señalan que este viernes 17 de marzo comenzó a presentar malestares de salud, por lo que se espera que pronto sea atendido por los medios hospitalarios correspondientes.
Ernesto Fonseca “Don Neto” reportó malestares
Ernesto Fonseca, mejor conocido por su nombre criminal como “Don Neto”, dijo sentirse mal en las primeras horas de este viernes 17 de marzo debido a los malestares que padece. Sin embargo, la atención hospitalaria la recibirá hasta el sábado 18 de marzo.
Su atención medica será llevada por un hospital privado: el estado del ex líder criminal es delicado debido a que padece varias enfermedades como cáncer de colón, reumatismo, hernia hiatal, hipertensión, además de estar casi completamente ciego.
Desde 2016, Ernesto Fonseca “Don Neto” se encuentra cumpliendo una condena de 40 años al interior de su domicilio, esto debido a que por su avanzada edad y las múltiples enfermedades que padece lo convierten en “no apto” para pagar su condena en prisión.
Los crímenes de Don Neto
A Don Neto se le condenó a pasar 40 años de prisión, acusado de haber participado en el asesinato del agente estadounidense de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, y el piloto Alfredo Zavala, crimines cometidos en el año 1985.
También se le han imputado delitos como venta y traslado de estupefacientes ilegales, además de cometer crímenes violentos en ayuda al crimen organizado del Narcotráfico.
Antes de cumplir su condena en prisión domiciliaria, Don Neto ya había cumplido una pena de 30 años tras las rejas. En 2015, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito le concedió a Don Neto la prisión domiciliaria, donde le es obligatorio portar un brazalete de seguridad.
