México. - La agencia calificadora Moody’s anunció este martes 27 de julio que aplicó una rebaja a la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Por medio de un comunicado, Moody’s informó que la calificación de Pemex, pasó de Ba2 a Ba3, con lo cual se encuentra en el terreno del grado “basura”.
En su reporte, Moody’s señaló también que se mantiene la perspectiva negativa de Pemex, con lo cual se advierte que en los siguientes 12 a 18 meses, podrían presentarse nuevas bajas.
Explica Moody’s razones de baja a la calificación de Pemex
Sobre las razones que provocaron la baja en la calificación crediticia de Pemex, Moody’s indicó que se contempló el alto riesgo de carencia de liquidez por el cual atraviesa la empresa mexicana.
De la misma forma, señaló que hay un creciente riesgo comercial, ya que la empresa enfrenta altos niveles de vencimientos de deuda a causa de la expansión de su capacidad de refinación y producción.
Al respecto, Moody’s apuntó que la estrategia de refinanciación, traerá consigo importantes pérdidas operativas tanto en el corto, como en el mediano plazo.
Asimismo, explicó que la calificación de grado “basura” de Pemex, se debe principalmente a la “perspectiva negativa de la calificación Baa1 del gobierno de México”.
Prevé Moody’s que necesidad de liquidez aumentará en los siguientes 3 años
Sobre el tema de la necesidad liquidez, Moody’s refirió que se prevé que aumente a lo largo de los siguientes 3 años.
Lo anterior, detalló, se debe al menor flujo de efectivo operativo generado por el plan de refinanciamiento, mismo que generó en 2 años, pérdidas por 17 mil millones de dólares.
Al reconocer que Pemex logró reactivar su producción, la agencia advirtió que se enfrentará a una “limitada capacidad de inversión de capital, altos vencimientos de deuda y precios volátiles del petróleo y de combustible”.
Destaca Moody’s dependencia de Pemex
En el comunicado, Moody’s resalta que la baja en la calificación se otorga también por el respaldo y confianza que el gobierno federal le ha dado a la empresa.
Y se agrega que se presenta por la alta vinculación del incumplimiento entre Pemex y el apoyo por parte del propio gobierno de México para cubrir los requerimientos de la empresa.
Dichas características, ubican a Pemex en un estado débil de liquidez y en plena dependencia del apoyo gubernamental.