Las enfermedades reumáticas en los niños son dolorosas, discapacitantes, deformantes, limitantes y mortales. No son curables. No son prevenibles. Son controlables, con tratamiento adecuado, por personal calificado (Reumatólogo Pediatra). No se conoce la causa desancadenante.
En su inicio, los síntomas son muy inespecíficos y sutiles (cansancio, fiebre sin causa, debilidad muscular, dolor articular, ojo rojo doloroso). Sin embargo, al avanzar la enfermedad puede ocasionar ceguera, insuficiencia renal, hemorragia pulmonar, daño cerebral, deformidades óseas, debilidad extrema, muerte.
Afectan a un número pequeño de la población infantil. Las consecuencias del retraso en el diagnóstico y tratamiento repercuten en la calidad de vida del niño. Son costosas en todos sus ámbitos. El proceso de para confirmar el diagnóstico es complejo a través de estudios sofisticados. El tratamiento es caro, debido al uso de medicamentos de alta especialidad. Las repercusiones en salud pública son exponenciales, al tener niños con enfermedad crónica que dependen de fármacos, rehabilitación y corrección de secuelas en caso de presentarlas.
La sociedad ignora la existencia de estas enfermedades y que los niños las pueden padecer. En las etapas tempranas de la enfermedad, los médicos de primer contacto no las sospechan; suelen ser confundidas por infecciones, dolores de crecimiento, afecciones psicológicas etc. El niño con enfermedad reumática no diagnosticada a tiempo y tratamiento adecuado tendrá consecuencias irreversibles, que lo convertirán en un adulto dependiente de sus familiares, de la beneficencia pública y costoso para ámbito de la salud pública.
El médico calificado para su diagnóstico y atención acertada es el Reumatólogo Pediatra. Subespecialista con la preparación académica adecuada para integrar el diagnóstico, monitorear y medicar a estos pacientes. La enfermedad puede manifestarse en un espectro multifacético, tener un comportamiento refractario y tener complicaciones.
El objetivo del Día de las Enfermedades Reumáticas en Niños y Jóvenes, es concientizar, y difundir a toda la sociedad, la existencia de estos padecimientos:
- Artritis Idiopática Juvenil
- Lupus
- Esclerodermia
- Dermatomiositis
- Enfermedad de Kawasaki
- Uveitis
- Vasculitis
- Sjögren
- Síndromes Autoinflamatorios
La relevancia radica que las personas que tengan convivencia con los niños; padres de familia, maestros, entrenadores, cuidadores, médicos de primer contacto, y público en general; sospechen, identifiquen y refieran en forma temprana ante el mínimo vestigio de posibilidad de tener una enfermedad reumática en la infancia.
El diagnóstico certero, en etapa temprana, con acceso a los medicamentos adecuados; mejora la calidad de vida del niño. Representa salvarle la vida, evitar daño renal, quitarle el dolor, recuperar movilidad, conservar la vista. Aunque la enfermedad no es curable, el niño se incorporará a su vida familiar, escolar, deportiva, recreativa, académica. Tendrá una infancia feliz y será un adulto independiente.
Enrique Faugier Fuentes en Twitter: @EnriqueFaugier