La situación para la derecha se vuelve progresivamente más complicada. La táctica de irrupción del conservadurismo se debilita y, en el transcurso de ese proceso, las entidades federativas involucradas amplían el impacto predominante de Morena. Es evidente: el partido guinda obtendrá 16 de 17 gubernaturas, y la mayoría de puestos en San Lázaro para el año 2027. Una coyuntura parecida a la inercia que desencadenó el tsunami de López Obrador en 2018. En realidad, la oposición comprende que, conforme transcurre el tiempo, el lopezobradorismo adquiere mayor relevancia en áreas cruciales donde anteriormente la izquierda no estaba presente. Nos referimos a Querétaro, Nuevo León y Chihuahua.

Morena obtendrá todo lo que se encuentre en disputa. Ya mencionamos que se pueden añadir a la lista Querétaro, Chihuahua y Nuevo León, donde el partido más destacado no solo ha obtenido presencia y simpatía, sino que puede enfrentarse al tú por tú con cualquiera en las boletas. Incluso, se acota el margen de intención del voto; existen datos que indican que, actualmente, existe un empate técnico en Queretaro. En otras palabras, se están estableciendo las condiciones políticas para ampliar el proyecto de la denominada Cuarta Transformación.

En Querétaro, por ejemplo, hay un empate del 42% para la proyección del 2027. Es el mismo caso de Nuevo León, que, en la medida que las semanas corren, hay muestras muy interesantes que abren la posibilidad de un ejercicio cargado a favor de Morena. De hecho, Morena se acercó tanto a MC que, en este preciso momento, el margen que los separa es de varios puntos, de acuerdo con la evaluación que distintas casas encuestadoras vienen realizando. Considerando que Nuevo León es gobernada por Movimiento Ciudadano la contienda se torna sumamente interesante, lo que, por añadidura, concentra mucho la atención en esa entidad.

Y Chihuahua, que actualmente gobierna el PAN, vive algo similar a Nuevo León. Un estudio que se divulgó recientemente, habla de que el panorama es óptimo para Morena, pues el lopezobradorismo ha aumentado la intención de voto y, para la elección del 2027, no hay duda que viviremos un proceso álgido y, justo en vísperas del día de la elección, la balanza se inclinará a la causa de la izquierda.

Esos datos que se han difundido muestran que, hoy por hoy, Morena tiene un panorama claro para ganar las 17 gubernaturas. Es un momento crucial, primero, porque el lopezobradorismo ha mostrado unidad y cohesión luego del proceso presidencial. Y el otro factor, por supuesto, es el detrimento que vive la derecha en todo el país. De hecho, esos dos factores combinados, abren la puerta para que el partido guinda, se lleve el carro completo y, bajo ese efecto, la mayoría en San Lázaro ante un evidente tsunami morenista.

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En las entidades la elección interna ha estado esbozando algunos nombres que se asoman. Sin embargo, hay varios estados que, hace mucho tiempo, tienen muy claro el camino que ha decidido tomar la población civil. Esos, desde luego, los iremos analizando con el paso de los días a través de este espacio de opinión. Mientras tanto, el termómetro social, como tal, ha medido el pulso de la opinión pública en vísperas de las elecciones del 2025. La tendencia, en ese sentido, apunta a que Morena será el gran vencedor de ambos procesos de acuerdo con la propia percepción y las circunstancias. De hecho, Veracruz y Durango, para las alcaldías, el partido lopezobradorista lleva ventaja, pues el propio reconocimiento de las encuestas ratifican que, en este lapso, el ganador sería el partido guinda, especialmente porque se ha mantenido en la cima del ánimo ciudadano.

Creemos, en ese sentido, que el único desafío que enfrentará Morena es mantener la unidad y erradicar las pugnas internas. Si se enfocan en ello, la oposición vivirá, de nueva cuenta, un descalabro similar al del 2018 y 2024 en el que fracasaron a pesar de la alianza de supervivencia que han puesto en marcha. Aunque se junten, no hay muchas alternativas que puedan ofrecer.

Esa es la cuestión: la oposición carece de cuadros competitivos para encarar los ejercicios venideros respecto al proceso de alcaldías en Veracruz y Durango, lo mismo que en los estados en que también se medirán en 17 entidades federativas para el 2027.