“You must understand, though the touch of your hand
Makes my pulse react
That it's only the thrill of boy meeting girl
Opposites attract
It's physical
Only logical
You must try to ignore that it means more than that
Oh-oh, what's love got to do, got to do with it?
What's love but a second-hand emotion?
What's love got to do, got to do with it?
Who needs a heart when a heart can be broken?
(Debes entender que, aunque el roce de tu mano
Hace que mi pulso reaccione,
Esa es solo la emoción de un chico conociendo a una chica
Los opuestos se atraen
Es fisico
solo lógico
Debes tratar de ignorar que significa más que eso
Oh-oh, ¿qué tiene que ver el amor con eso?
¿Qué es el amor sino una emoción de segunda mano?
¿Qué tiene que ver el amor con eso?
¿Quién necesita un corazón cuando un corazón se puede romper?)”
Tina Turner
Trasnochados ya desde entonces, ante la caída del muro de Berlín en 1989 y el derrumbe del comunismo en la hoy extinta Unión Soviética, Fidel Castro, en lugar de ver hacia el futuro, decidió enclaustrarse en el pasado. En una anacrónica “región 4″ ayudó a la creación del Foro de Sao Paulo.
No se quiso enterar que el comunismo había fracasado y se había firmado su acta de defunción. Por eso, la ideología de dicho foro parece un muerto viviente y, como tal, hace demasiado daño.
En un principio, Castro y Luis Ignacio “Lula” Da Silva invitaron a los grupos guerrilleros y a la izquierda “revolucionaria” a que asistieran en 1990 a Sao Paulo donde se realizó el primer encuentro. Los “distinguidos participantes” en ese entonces fueron: Cuba (partido comunista), Colombia (El ejército de Liberación Nacional y las FARC), Nicaragua (Frente Sandinista de Liberación Nacional), Guatemala (Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca), El Salvador (Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional). Por México asistieron representantes del PRD.
Los historiadores de la izquierda radical, no de la progresista, proclaman que el Foro de Sao Paulo nació como respuesta al ‘Consenso de Washington’, si bien lo cierto es que los países que han seguido el manual latinoamericano han tenido un retroceso peor que quienes se fueron por la propuesta estadounidense...
Además del foro, los asistentes formularon un documento que, si bien fue negado por algunos, es seguido por muchos de los gobiernos populistas de nuestro continente. Entre otras premisas, enarbolan el indigenismo, aunque en realidad encubren la formación de grupos guerrilleros o, más bien dicho, la desaparición de los pueblos originarios bajo el pretexto de que los primeros los apoyan…
Hablan del ecologismo radical, solo para arrasar selvas en el Amazonas, los pastos en la llanura del Orinoco (asolado en Venezuela, un vergel en Colombia o la selva en Guatemala.
La implementación de sus programas sociales han dado como resultado más pobres y más clientelas electorales. Obvio.
Se da el secuestro de las instituciones —sean órganos constitucionales autónomos o universidades, como sucede ahora en Guatemala— que sirven como contrapeso a los distintos ejecutivos federales. También el constante señalamiento a cualquier medio de comunicación que ose hablar de excesos y errores de la administración pública y de las autoridades.
Que conste, no he puesto un solo ejemplo de nuestro país, aunque muchos han pasado por mi mente.
En el manual de Sao Paulo (el original y luego en la versión “mundo globalizado”), ciertamente también hay llantos cuando una situación coyuntural o sistémica descarrila el discurso del mandatario en turno. Pero lo más “interesante” son los avisos —también incluidos en el esquema antes mencionado— de posibles golpes de Estado. Me detengo en ello.
López Obrador coloca la cereza de su pastel esta semana al decir que el gobierno de los Estados Unidos atenta contra la soberanía del país y hace complot contra su gobierno. El enemigo de la Guerra Fría (ahora socio comercial en más de un mecanismo internacional, entre ellos el T-MEC) vuelve a aparecer con maquiavélicos planes para tirar al ¿primer? gobierno de izquierda nacional en México (y es que habría que analizar otros varios que hemos sufrido en el país con el PRI…).
Falta escuchar que es por el efecto de las aguas putrefactas del imperialismo yanqui (o sea, la Coca-Cola), el que Ted Cruz, senador, haya anunciado en el Congreso de los Estados Unidos lo peligroso que es López Obrador para la prensa… ¿Alguien toma en serio lo que puede decir ese señor? En fin, el hecho es que cuatroteístas se colgarán de la intervención de este republicano (mismo que ya olvidó su ascendencia latina) para gritar ¡golpismo! Pasarán por alto, claro está, lo mucho que se llevaba Andrés Manuel con el copete oxigenado y tez naranja, Donald Trump. De piquete de ombligo es poco.
El comentario de Ted Cruz será enarbolado como la señal inequívoca de que nuestro vecino del norte está fraguando un golpe de Estado “blando” en contra de López Obrador, olvidando que Cruz es republicano y Biden es demócrata. Ese pequeño detalle no importa.
Pero dado que ahora Estados Unidos es el nuevo miembro de ese ser amorfo y terrible ente conocido como la mafia del poder, sería bueno entender por qué, si se trata de un agente conspirador, allá sí se investigan a los retoños de los presidentes. Es pregunta.
El juez Arthur Engoron ordenó a Trump y a sus dos pimpollos mayores Ivanka y Donny Jr. (también a Jared Kushner) a cumplir con las citaciones emitidas por el fiscal general de Nueva York, cuestión que tienen que acatar por ley. Seguramente el energúmeno naranja e hijos se acogerán a la 5ª enmienda para guardar silencio. En fin.
Andrés Manuel ha iniciado la acusación contra los Estados Unidos de financiar una campaña en contra de su gobierno y promete decírselo personalmente a Joe Biden (¿Marcelo Ebrard? Cri, cri, cri…)
Al comentario de Ted Cruz, Esteban Moctezuma, nuestro embajador en Washington, contestó tarde con un desabrido: “les invito a ampliar la mirada”. A lo que yo aconsejo: “ojalá que no lo hagan, porque encontrarán muchos más problemas con la Cuarta Transformación”.
Otra vez, se extraña la diplomacia de carrera; aquella que instó a Palacio Nacional a felicitar a Biden según se sabían los resultados de su victoria, pero fue desdeñada. Los diplomáticos de carrera en México ven cómo la 4T termina con una de las mejores escuelas de servicio exterior a nivel mundial.
A todo lo relatado, hay que agregar que existe la petición del régimen obradorista de que la Agencia de Asistencia al Exterior de Estados Unidos deje de apoyar a Mexicanos Unidos contra la Corrupción y la Impunidad. Poco importa que dichos fondos, bajo la categoría en que son otorgados, son extremadamente competidos y concedidos solo dada la veracidad del trabajo presentado por las organizaciones no estadounidenses. Estaría bueno que el gobierno de la 4T también renuncie a las aportaciones que también recibe de esa agencia, las cuales se otorgan al lopezobradorismo —esas sí— sin competir y a discreción. Nada se dice tampoco del apoyo que ha brindado el gobierno estadounidense con la donación de millones de vacunas anti Covid o el montonal de dinero que le ha inyectado el vecino país del norte a nuestra economía. De las remesas mejor ni hablamos.
Quizá tal vez López Obrador ya olvidó que mucho de lo que se conoce como “estafa maestra” en tiempos de Peña Nieto y él utilizó para catapultar su campaña, se basó en la investigación realizada por MCCl. ¡Qué bonito! El que utilizó la información realizada por dicha organización, ahora se resiste a que a él lo pongan bajo la lupa.
Estados Unidos no planea un golpe blando… o duro. Biden tiene suficientes problemas dentro de sus fronteras y en estos precisos momentos también en Ucrania como para ponerse a debatir con el ganso cansado. Si acaso, las empresas y los grupos ecologistas que observan aterrados como el gobierno de México se aferra a las energías contaminantes puedan lograr que el gobierno americano solicite no quebrantar el TMEC.
El manual del populista o Foro de Sao Paulo continúa. Aprovechando que la historia le apasiona a López Obrador, que alguien le comente lo mal que terminan los pueblos donde se ha implementado. Si por su soberbia él cree que la autodenominada Cuarta Transformación será la excepción, está muy equivocado.
¿Recuerda usted el video aquel que circulaba hace cuatro años de una venezolana —se discutía si se trataba de una actriz—que entre lágrimas nos advertía que AMLO sería como Hugo Chávez?, ¿que imploraba que la población mexicana no votara por él en el 2018? Pues no estaba del todo equivocada.
El manual de Sao Paulo tiene hoy en México a su estudioso más avezado. Lo único que podemos decir es que ello es vergonzoso.
Verónica Malo en Twitter: @maloguzmanvero