Sin duda, el rol de la mujer en el sistema financiero ha ido cobrando cada vez mayor importancia a nivel nacional, y mundial. Su participación puede analizarse en dos planos: el de las ejecutivas que cada vez escalan mayores posiciones de dirección en el sistema financiero, y el de la mujer, como usuaria de los servicios financieros. En ambos planos, las mujeres han ido ganando terreno, pero aún hay un gran camino que recorrer.
En México, el ámbito financiero representa para las mujeres muchos retos y también grandes oportunidades de desarrollo laboral y profesional, y de generación de negocios. La inclusión financiera en términos de género es un tema en el que están enfocados las autoridades y las instituciones financieras del país, y que las mujeres no debemos perder de vista, y dejar de destacar, porque aún hay una amplia brecha de género. Este rezago lo deja ver el estudio que hace un par de días difundió la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), sobre la perspectiva de género en las instituciones financieras, que confirma los hallazgos del INEGI en su reciente Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF).
En el “Diagnóstico de la incorporación de la perspectiva de género en el quehacer de las entidades financieras en México” elaborado por la SHCP y difundido por la CNBV, se señala que “promover y avanzar en la agenda de igualdad de género, en uno de los sectores más visibles e importantes de la economía, pero todavía dominado por los hombres, como lo es el sector financiero, es un reto que merece ser atendido.”
El trabajo y capacidad de la mujer en el sector financiero la están llevando a alcanzar puestos directivos de gran escala, en una industria que tradicionalmente ha sido “dominada” por hombres. Dos de los organismos financieros internacionales más importantes son actualmente dirigidos por mujeres: Kristalina Georgieva es la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), y Christine Lagarde es la presidenta del Banco Central Europeo (BCE). En México, Victoria Rodríguez es la gobernadora del Banco de México (el banco central), y María Ariza es la directora de BIVA (una de las dos bolsas de valores que operan hoy en el país); ambas han hecho historia por ser las primeras mujeres en dirigir instituciones de ese tipo en México.
Mujeres como CEO de bancos globales
También, ha crecido el número de mujeres que ocupan el máximo puesto directivo (CEO) de bancos globales, como Ana Botín, de Santander, y Jane Fraser de Citigroup. Pero en México, la representación de las mujeres a nivel CEO es de apenas 2%, como el caso de Lorenza Martínez de Banco Actinver, y María del Carmen Suárez de Banco Ve por Más. Es más que representativo el dato del reciente estudio de la SHCP que deja ver que, del total de las personas contratadas en el sector financiero, aproximadamente el 50% son mujeres, pero solo apenas el 26% ocupan puestos de dirección. Según Daniel Becker, el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), “si tuviéramos más participación de las mujeres en puestos directivos y consejos de administración, de acuerdo con un estudio del Banco Mundial, el incremento del PIB nacional pudiera crecer en 20 puntos en el mediano plazo”.
En lo que se refiere al acceso a productos financieros y servicios financieros, también hay rezagos de género, el 65% de las mujeres mexicanas están bancarizadas, frente al 72% de los hombres. Según datos de HSBC, solo 13 de cada 100 micro, pequeñas y medianas empresas de mujeres propietarias obtuvieron un crédito o financiamiento (principalmente de bancos -35%-, y cajas de ahorro popular -26%-). La importancia de apoyar financieramente el emprendurismo de la mujer, es que hay un efecto multiplicador en la comunidad a la que pertenece.
El sector financiero es uno de los de mayor impacto en la economía real, por lo que hay que impulsar la agenda de género para que la mujer avance no solo en lo financiero, sino en la economía en general. Según el World Economic Forum (WEF), México ocupa el lugar 122 de 156 países, en participación de la mujer en la economía (solo cerca del 43% de las mujeres son parte de la población económicamente activa en México, frente al 76% de los hombres).
Para buscar impulsar a la mujer, la SHCP señala en el estudio citado, que en este año firmó dos cartas compromiso donde el sector público y el sector privado financiero acuerdan tomar “acciones puntuales para caminar hacia un sector financiero más inclusivo”. Por su parte, la ABM firmó en marzo pasado varios compromisos de inclusión financiera con ONU Mujeres, y los “Principios para el empoderamiento de las mujeres”, para promover principios para empoderar mujeres y ofrecer productos con enfoque de género. Habrá que ver que efectivamente estas acciones se implementen. Y se pase de las declaraciones políticamente correctas y las buenas intenciones, a los hechos.
Paridad de género en el sector financiero
En temas de paridad de género hay que hablar claro y fuerte. Por los compromisos asumidos de las autoridades financieras y el sector financiero privado, pareciera que vamos en la dirección correcta. Pero se necesita hacer más para fortalecer la forma en que las autoridades y las instituciones financieras en México incorporan en sus actividades y procesos, la perspectiva de género, en los dos planos que mencionábamos al principio:
- Las políticas y prácticas laborales, y,
- Los productos y servicios financieros que se diseñan para la clientela de acuerdo necesidades y perfiles particulares (sobre todo, ampliar el acceso y uso de servicios de las mujeres de bajos ingresos en el país; y, por otra parte, diseñar soluciones efectivas conociendo las necesidades de las mujeres).
En la medida que se incorporen más mujeres a puestos directivos y consejos de administración en las instituciones financieras, se podrá facilitar una mayor comprensión de la mejor manera de lograr una mayor inclusión de género en la industria. Pero para ello se necesita el compromiso de los hombres que son quienes ejercen la mayor parte de los puestos de toma de decisión en la actualidad. Es un trabajo conjunto donde las mujeres deben alzar la voz. En ese sentido, María Ariza, la primera mujer directora de una bolsa de valores en México, tiene un mensaje claro para las mujeres en el país:
“Crecer profesionalmente en un mundo de hombres (el financiero) no ha sido fácil.. Mi consejo es: tengan confianza en sí mismas, no es receta, no hay camino corto, por supuesto que no es fácil, se va a sufrir, pero siempre di que sí (se puede), aprovecha, arriésgate y no te vas arrepentir”.
María Ariza
Hay que reconocer que, un mayor impulso del sector financiero a la capacidad laboral y emprendedora de la mujer, promoverá el desarrollo económico y progreso en el país.