La reforma a las vacaciones en México generó varios eventos políticos por la expectativa social que se despertó, sobre todo entre los trabajadores, pero hay uno en particular que llama la atención para quienes seguimos el proceso de organización obrera en México, que es la actividad del sindicalismo oficial, de las grandes centrales obreras, pues fueron ausentes en todo el proceso, salvo por un pequeño detalle que pasó desapercibido: una carta que enviaron al Senado en el momento de la última discusión de la iniciativa.

La movilización ausente

No hicieron mítines, ni realizaron una marcha, nada, la acción social obrera fue totalmente nula, los lideres sindicales solo pusieron su veladora para ver si los legisladores les hacían el milagrito de modificar las vacaciones, por eso con un lenguaje reivindicador de los derechos de los trabajadores, varios líderes de centrales obreras se desgarraban las vestiduras solicitando que no se aplazara la discusión, que ya se aprobara la reforma. Una carta que refleja perfectamente la lucha que han llevado durante décadas: solo pequeñas palabritas vacías, llenas de emoción, pero nulas de acción.

Los contratos colectivos de protección

Pero lo más paradójico de esa carta fue la petición de reivindicación del derecho de vacaciones en voz de quienes debieron hacerlo en las fuentes de trabajo, luchando y logrando que esos días de vacaciones dignos fueran otorgados como conquista social por los trabajadores, pero no, sus patrones y los pactos de protección de miles de trabajadores secuestrados en sus sindicatos nacionales de industria, hicieron que en los contratos colectivos acordaran que las vacaciones fueran de ley. Solamente en sindicatos grandes como los automotrices, universitarios, de petróleo, etc., así como en donde hay organización sindical independiente, los trabajadores gozan de más días de vacaciones desde antes de esta reforma, incluso se pacta el pago doble a los días disfrutados.

Legisladores de palo

Otro dato que no podemos dejar de lado es el hecho de que la mayoría de estos lideres aguerridos en las cartas ya han sido legisladores, tanto diputados como senadores, incluso en varias ocasiones, pero nunca pudieron arrancar derechos a favor de los trabajadores, ni un día de vacaciones, fueron legisladores de palo que estaban al servicio del gobierno neoliberal en turno, incapaces de agredir o incomodar a sus patrones que les llenan los bolsillos.

Esta carta refleja la decadencia de un sistema corporativo sindical mexicano que se desmorona a pedazos, antes lograban curules por que manejaban padrones alegres de trabajadores en donde presumían tener o controlar a millones de trabajadores, pero la realidad será desnudada cuando acabe el proceso de legitimación de contratos colectivos, pues muchos quedaran reducidos a unos cuantos contratos colectivos de protección legitimados que han conseguido en contubernio con el patrón, en tanto los trabajadores despiertan y se sacuden a los líderes cobradores de cuotas y protección.

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Vladimir Ricardo Landero Aramburu. Maestro en derecho por la UNAM

Twitter: @riclandero