La conservación de los recursos naturales de Valle de Bravo es un asunto de vida no un tema enfrentamiento entre ricos y pobres.
La riqueza natural de Valle es el sustento de sus pobladores y el atractivo para que familias acaudaladas tengan casas y ranchos, pero el sustento, es responsabilidad de todos.
Valle de Bravo es uno de los Pueblos Mágicos más importantes de México y el país requiere de estos lugares, no solo por la derrama económica que significan, sino porque de sus lagos y presas se abastecen millones de mexicanos.
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La sobreexplotación de la presa
Valle de bravo adquirió el estatus de Pueblo Mágico desde octubre de 2005. El objetivo del programa tomaba como principal criterio su conservación y la dignificación de sus pobladores.
Sin embargo, en Valle de Bravo no se respetaron las reglas que protegen al pueblo ni a su ecosistema y peor aún, la sobreexplotación de la presa Miguel Alemán, que es una presa de regulación y forma parte del sistema Cutzamala, que provee de agua a millones de mexicanos, ha provocado que, a pesar de un buen temporal de lluvias, se encuentre actualmente apenas al 57 por ciento de su capacidad, todo porque la Conagua le extrae agua como nunca desde los años ochenta.
Por otra parte, el pueblo ha sido víctima de especuladores inmobiliarios, de autoridades e incluso de pobladores que, en lugar de proteger y ser guardianes del ecosistema y de la presa, son insensibles ante los intereses económicos, la tala inmoderada, desagües de aguas negras, tiraderos clandestinos, manantiales tapados y cultivos donde antes había bosques que afectan las zonas de recarga de mantos freáticos.
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El resultado de todo esto es la grave situación en la que se encuentra la presa, que este año ha registrado su peor nivel desde 1972, mientras la Conagua extrae agua sin control en lugar de hacer una alternativa de abasto principalmente, para la CDMX.
Es urgente que las autoridades de todos los niveles atiendan las graves fallas en infraestructura y en la operación de los sistemas de bombeo que operan al 18 por ciento de su capacidad, se detecten y reparen fugas, contaminación y se reglamente adecuadamente la expansión urbana.
Las represas y lagos “privados”
Este tipo de cuerpos de agua ya existían en Valle de Bravo en el 2019, y en ese año, la presa cerró el mes de noviembre al 98 por ciento de su capacidad.
Es decir, las represas y lagos privados se abastecen directamente de arroyos y ríos y funcionan como presas de vertedero que su vez abastecen de agua a comunidades completas en épocas de estiaje. Con esa agua se combaten incendios forestales, se incentiva la agricultura que no es de temporal y se limpian y mantienen húmedos manantiales, lo que protege al ecosistema.
Los dueños de los ranchos donde se asientan estos cuerpos de agua tienen la capacidad y son responsables de su mantenimiento y en muchos casos poseen equipos y brigadas para prevenir incendios y eso salva a los bosques.
La mayor parte de estos lagos y represas poseen los correspondientes permisos de Conagua y representan menos del 1 por ciento de almacenamiento de agua, que a la postre son los que protegen bosques y comunidades enteras.
Es un mito y mentira que este importante almacenaje sea responsable del actual nivel de la presa, por el contrario, gracias a estos almacenajes hubo reducción de incendios, fauna y flora vivas y se recuperaron mantos.
Burocracia y grilla
Otro punto que ha deteriorado el tema de la conservación de los bosques y fauna y flora de Valle de bravo es el hecho de que desde 2004 existe un programa para el pago de servicios ambientales para comunidades que, como Valle de Bravo, son poseedores de bosques o selvas, cuyo propósito es frenar el deterioro ambiental y proteger el ecosistema. El programa es operado y administrado por la Comisión Nacional Forestal (Conafor), pero, aunque sigue vigente, en términos reales ha ido a la baja y si en 2019 se aprobaron cerca de 500 proyectos, en 2020 fueron apenas 20, porque, como ya sabemos, para esta administración federal la protección al medio ambiente, parece no ser una prioridad.
Los retos de Valle no se combaten con mitos polarizadores ni con pseudo ecologistas haciendo moda con culpar a los nuevos inquilinos, se resuelven con información y participación de todos.
Manuel Díaz en Twitter: @diaz_manuel