Los megaproyectos son como buitres y las ciudades son hermosos cadáveres. No se irán hasta agotar toda posibilidad de conseguir autorizaciones. Punta Norte llegó con las garras afiladas con un cinismo o desesperación que, con tal de que se lleven a cabo los planes de Century 21, simularon la operación de “donación” de un pozo de agua para lograr la factibilidad de dotar del vital líquido que requiere para comenzar a operar.
Se dio a conocer la existencia del oficio de fecha del 21 de enero de 2021 con el número DG/DT/FAC-003872021 de la Dirección Técnica del Organismo Operador Municipal del Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de La Paz (Oomsapas). En el documento se presentó la factibilidad para dotar de agua municipal al megaproyecto de Grupo Firme y Grupo SiNow-Century 21, pese a estrés hídrico que sufre la capital de Baja California Sur.
La estrategia presentada en el texto de la dependencia municipal era la de analizar la factibilidad de agua si aceptaban la “donación” de un pozo de agua ubicado en el acuífero Alfredo V. Bonfil. Sin embargo, todo se trató de una simulación porque dicha concesión de agua la entregó la Conagua al Ayuntamiento de La Paz bajo el numeral 01BCS100512/06HSDL10.
No hay duda que la influencia del exempleado de Century 21 y alcalde saliente de La Paz, Rubén Muñoz Álvarez, fue definitiva para conseguir una autorización de cambio de uso de suelo a toda vista irregular.
El futuro diputado federal plurinominal hace cuatro meses volvió a someter a votación la autorización de cambio de uso de suelo, no mediante la Comisión de Desarrollo Urbano, Medio Ambiente y Ecología, dirigida en su momento por el actual diputado estatal electo José María Avilés y que desechó la autorización, sino a través de la Comisión de Gobernación, Seguridad y Tránsito presidida por Muñoz Álvarez.
Al presidente municipal le importó poco que su comisión no tuviera facultades para votar asuntos urbanos y las críticas no se hicieron esperar. Era como si a fuerzas tuviera que aprobar para cumplir algún tipo de deuda con su antigua empresa. De hecho, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) enumeró cada una de las irregularidades para obtener el cambio de uso de suelo urbano para Punta Norte:
“Entonces, tenemos un Cabildo sin facultades para decidir el tema, que, por medio de una comisión sin facultades, decidió en secreto, emitir una autorización que NO EXISTE en la legislación y aun así le suma requisitos que no son válidos”, escribió en su cuenta de Twitter Mario Sánchez Castro, director regional de Cemda.
En un primer momento, frente a los cuestionamientos de dónde saldría el agua para el megaproyecto, el alcalde simplemente comenzó a repetir la idea de que una desaladora sería la opción. Para tratar de cambiar la negativa generalizada contra Punta Norte, el 7 de abril 2021 en rueda de prensa, los representantes de las compañías involucradas sacaron un as de la manga: una desaladora alimentada con energía solar.
Lo cierto es que nadie sabía de la desaladora
Esto jugó en su contra en la delegación de la Semarnat, en BCS, porque lo único que consiguió de la autoridad ambiental en modalidad particular fue un rotundo rechazo. La manifestación de impacto ambiental entregada no aparecía por ningún lado la construcción y operación de la desalinizadora. Por ello, el oficio SEMARNAT-BCS-02.01.IA.417/2021 no le favoreció.
Ahora deberá, si continúa con su interés de desarrollar, un nuevo documento en modalidad regional a la Dirección General de Riesgo y Ambiental (DGIRA) y mostrar cuáles serán los impactos a los ecosistemas marinos por desalar el agua, “así como obras de conducción para el abastecimiento de aguas nacionales tanto del pozo como de la desaladora”.
Lo cierto es que el acuífero 0326 correspondiente al acuífero Alfredo V. Bonfil es de los pocos que no está sobreexplotado o contaminado en el municipio de La Paz. En 2020 su disponibilidad estaba en 2.459327 metros cúbico por año, pero si pensamos en los cálculos de las asociaciones ambientales que hablan de que Punta Norte requerirá 100 mil millones de litros de agua, lo suficiente para llenar 40 albercas olímpicas: ¿no sería mejor administrar el agua que tenemos de una mejor forma?
El buitre de Grupo SiNow-Cenntury 21 desde que arribó a la capital comenzó la oferta de predios de su proyecto. Sin ninguna autorización aún. Nos habla del oportunismo y ña apuesta de estos megadesarrollos carroñeros para ganar dinero rápido, en un mercado inmobiliario que centró sus garras en una ciudad donde falta agua, que sigue recibiendo gente para quedarse a vivir y que provoca a la vez una subida en los precios de las viviendas.
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