El 18 de mayo pasado se llevó a cabo la Primera Reunión de la Comisión de Libre Comercio del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). La Secretaria de Economía de México, Tatiana Clouthier, la Representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, y la Ministra de Pequeñas Empresas, Promoción de las Exportaciones y Comercio Internacional de Canadá, Mary Ng, reconocieron que la política comercial debe fomentar un crecimiento equitativo y amplio, estimular la innovación, proteger nuestro medio ambiente compartido y tener un impacto positivo en todos los sectores sociales.
Las tres dijeron que su deseo es defender políticas comerciales que apoyen buenos empleos. El T-MEC busca elevar los estándares para los trabajadores en América del Norte, incluidos los relacionados con la libertad de asociación y el derecho a la negociación colectiva. Las tres estuvieron en contra del trabajo forzoso a nivel mundial. Reconocieron que el comercio puede brindar oportunidades legítimas e innovadoras para abordar preocupaciones ambientales.
Dos días después, la Secretaría de Economía dio a conocer las cifras preliminares de Inversión Extranjera Directa (IED) al primer trimestre de 2021. De enero a marzo de 2021 se captaron 11,864 millones de dólares. Este monto es el mayor que se ha captado para un primer trimestre desde 1999. Si se compara el valor de IED captada en enero-marzo de 2021 con las cifras preliminares reportadas para el mismo periodo de 2020 (10,334.0 mdd), se observa un incremento de 14.8%. Los flujos se concentraron en el rubro de reinversión de utilidades.
Sin duda, son buenas noticias. Pero hay un tema que nunca se aborda lo suficiente por las autoridades mexicanas: el talento y la tecnología. Hay un auge en el sector tecnológico en el mundo. La demanda de talento tecnológico supera la oferta a nivel mundial. La información en la nube y la inteligencia artificial crecen aceleradamente.
Leí un artículo verdaderamente interesante en la página de TechCrunch aquí ; escrito por Gustavo Parés, que es CEO de NDS Cognitive Labs, líder en soluciones empresariales de inteligencia artificial y computación cognitiva. Gustavo es Profesor del Tec de Monterrey y se asoció con Microsoft, IBM y Google para brindar servicios de transformación digital y tecnología cognitiva.
Parés nos dice que, en Estados Unidos, cuatro empresas de tecnología alcanzaron una capitalización de mercado de 1 billón de dólares a principios de 2020 y tienen crecimiento de dos dígitos. ¿Por qué han crecido así? Por tres razones: a) el creciente enfoque en el software como servicio; b) las transformaciones digitales más amplias en todos los sectores de la industria; y c) la aceleración tecnológica que ocasionó la pandemia.
Lo más interesante de todo, y que el gobierno de México debería ver estratégicamente, es que el apetito por el talento tecnológico de calidad en Estados Unidos tiene proyecciones de un aumento del 11% para 2029 respecto de las cifras de 2019. Eso equivale a medio millón de nuevos empleos en este sector.
Gustavo Parés nos recuerda que Estados Unidos sólo produce 65 mil graduados en ciencias de la computación. Entonces, hay un gran déficit en el mercado de talento tecnológico. Hubo 900 mil puestos vacantes de TI en 2019.
El talento tecnológico de México
La contratación de talento tecnológico es uno de los principales desafíos empresariales. Aquí se abre una gran oportunidad para el talento tecnológico de México. Hay una mayor demanda y los jóvenes mexicanos pueden llenar los vacíos que queden en un mercado estadounidense hipercompetitivo para los trabajadores tecnológicos.
Un dato importante que señala Gustavo Parés: “A diferencia de los Estados Unidos, el 20% de los graduados universitarios mexicanos tienen títulos de ingeniería relevantes, que ascienden a más de 110,000 por año, superando con creces a los Estados Unidos”.
Mientras en nuestro país perdemos el tiempo con una visión que añora el pasado, dividiendo a la sociedad, enfrentando a la 4T con los “conservadores”, esparciendo por las redes sociales todo tipo de visiones conspiratorias, promoviendo conflictos electorales, los inversionistas que buscan talento técnico y las firmas de tecnología están aumentando sus operaciones en México.
¿Podrán convertirse Monterrey y Guadalajara en algo equivalente al “Silicon Valley de América Latina”?
Yo creo que sí. No hay duda de que el ritmo del crecimiento del sector tecnológico mexicano está generando ya un buen número de personas altamente capacitadas. Además, el costo de la educación superior en México es mucho menor que en Estados Unidos. Pero brinda una calidad excepcional y una experiencia especializada.
Así que, con 4T o sin 4T, el superávit de talento aumentará en los próximos años. Y Estados Unidos tiene una oportunidad increíble de capitalizar ese excedente de talento tecnológico de México.
Parés nos recuerda: “más que otros países latinoamericanos, México tiene la experiencia y la economía para respaldar un sólido ecosistema de exportación de talento tecnológico”. Además, Gustavo expone un dato que es verdaderamente apabullante: “De hecho, el mercado concentrado de la Ciudad de México es mayor que la suma total de todos los demás países de habla hispana de América Latina. Específicamente, la industria de subcontratación de TI de México ha estado creciendo a una tasa anual del 10% al 15% y ahora se considera el tercer exportador más grande de servicios de TI”.
En el ámbito de la implementación del TMEC, muchas empresas líderes tecnológicas ya se establecieron en México, demostrando confianza en la capacidad de los jóvenes mexicanos para respaldar el crecimiento tecnológico y económico, independientemente de lo que piensen los activistas e ideólogos de la 4T.
Las empresas estadounidenses han encontrado que el estatus de México como socio comercial clave y aliado estratégico es un motor de creación de valor.
En este sitio he hablado, en mis columnas, de la importancia de la geografía y la geopolítica. Pues en el sector tecnológico hay un beneficio enorme de la la proximidad de México y Estados Unidos.
¿Qué ventajas adicionales ofrece México?
Gustavo Parés las explica con mayor profundidad en su artículo:
1. Las zonas horarias de México se alinean con las de Estados Unidos, lo que permite la colaboración en tiempo real.
2. Existen muchas similitudes culturales.
3. En Estados Unidos hay más de 41 millones de hispanohablantes nativos y más de 12 millones de hispanohablantes bilingües, lo que lo convierte en el segundo país de habla hispana más grande después de México.
4. Las exportaciones culturales y de consumo de México a Estados Unidos también ayudan a generar familiaridad y solidaridad entre los dos países.
5. El sector tecnológico de Estados Unidos se considera una prioridad estratégica para el gobierno. El Presidente Biden cree en la geopolítica que favorece la relación bilateral entre Estados Unidos y México.
6. Las empresas de tecnología de Estados Unidos deberán buscar medios alternativos para complementar su demanda de fuerza laboral tecnológica. En lugar de recurrir a países que se someten a un mayor escrutinio regulatorio, o que están distantes y requieren largos viajes de negocios, los líderes empresariales buscan naciones geográficamente cercanas y diplomáticamente amigables.
Gustavo Parés concluye su análisis exponiendo que, para el 2030, se espera que la población de clase media en México alcance los 95 millones, colocándola en el top 10 de países con la mayor proporción de consumo de clase media global. Entonces, a medida que aumenta la clase media, también lo harán las empresas para satisfacer las necesidades de sus consumidores y, como tal, el propio sector tecnológico de México crecerá y requerirá significativamente más talento.
Es claro que la tecnología digital y el Internet han transformado nuestro mundo.
La automatización de los procesos industriales, la robótica, la inteligencia artificial, el avance biotecnológico y científico, la globalización del comercio y la economía, son los cambios que el gobierno de la 4T debe entender.
Si queremos preparar más expertos mexicanos en el sector tecnológico deberíamos mejorar los aprendizajes, identificar las competencias esenciales que son propias de las profesiones del futuro. Se requiere poner al día los contenidos curriculares en todos los niveles educativos, los planes y programas de estudio, los métodos pedagógicos.