IRREVERENTE
Les platico:
Qué bueno que no trabajo para el gobierno, porque si no, por haber publicado que lo que pontificó en una conferencia el tal Marx Arriaga fue una soberana 3stupid3z, me hubieran corrido, como sucedió con mi amigo Jorge Hernández.
Otra digresión: no entiendo como la Maestra Claudia Padilla Cerón, directora en funciones de la Escuela Normal San Felipe de Progreso, firmó el diploma con que premiaron al mentado Marx Arriaga, por haber dictado su “docta conferencia” en la cual dijo con todas sus letras que “leer por ocio es un acto de consumismo capitalista”.
Continúo:
Qué bueno que no trabajo para el gobierno, porque si no, por haber señalado la babosada que le publicó El Universal al funcionario de la SEP, Marx Arriaga, me hubieran corrido, como sucedió con mi amigo Jorge Hernández.
Va una nueva digresión:
Óyeme, baboso, sí, tú, que eres un fugado tonterillo -perdón, tinterillo- que ni a bibliotecario llegas, por favor dime si quienes leen para otros propósitos que no sean el ocio, son adalides de la patria, y lo contrario los que según tú somos traidores al marxismo con el que te contaminaron tus ocurrentes padres, al registrarte con puros apellidos y olvidándoseles ponerte nombre, en la pila del Registro Civil a donde te llevaron para dar fe legal de que naciste.
¿A poco para ser fieles a la patria debemos traer todo el día bajo el sobaco, un ejemplar viejo de “La Jornada”, como lo hace el próximo a ser demandado ignorante confundillo rojillo del carrillo amarillo, que alucina con que mi BigData es un acto de espionaje?
Finalmente, qué bueno que no soy funcionario de gobierno, porque si no, me hubieran corrido, como lo hizo Enrique Márquez, director ejecutivo de diplomacia cultural de la SRE, en contra de mi amigo Jorge Hernández, quien hasta antes de haber publicado el artículo que reproduzco abajo por CRESTOMATIA de Milenio, se desempeñaba como Agregado Cultural en la Embajada de México en España y director del Instituto México en la misma legación.
Última digresión: el Canciller Marcelo Ebrard ni cuenta se ha de haber dado de la p3nd3jada cometida por el glúteos prontos y lamesuelas diplomáticas Enrique Márquez, quien corrió al bueno y defendió al p3nd3j3t3 Marx Arriaga, que ni siquiera trabaja en la SRE, sino en la SEP.
Lean ustedes el bodrio de comunicado oficial con el que Márquez cometió semejante desatino.
Este es el gobierno de la 4T en toda su expresión: premia con puestos dentro del gabinete a inútiles como el citado Marx y desecha al talento.
CAJÓN DE SASTRE
“Esa es la libertad de expresión que NO existe dentro del gobierno republicano de la 4T; qué mugrero”, dice la irreverente de mi Gaby, haciendo un impass en la lectura de ocio de su libro en turno.